La asociación Ecologistas en Acción ha castigado a las Pitiüses con la imposición de nueve banderas negras y un número idéntico de puntos negros en su último informe 'Banderas negras 2008. Hipoteca costera'.

Este colectivo denuncia en primer lugar la ampliación del puerto de Eivissa, que ocasionará un «impacto ambiental gravísimo», porque, según los ecologistas, destruirá la pradera de posidonia colindante al puerto, se extraerán 800.000 metros cúbicos de áridos de canteras y se contaminarán los fondos marinos de Formentera, además del «gravísimo» impacto que podría tener un vial en ses Feixes.

Ecologistas en Acción también denuncia el proyecto del puerto deportivo e es Viver o el vertido de aguas fecales en ses Feixes. Sobre este último espacio dicen que «las administraciones implicadas están favoreciendo su degradación incluso con finalidades urbanísticas». También critican que el Ayuntamiento de Sant Joan quiera construir 60 apartamentos y 40 chalets en Benirràs y «defienda» la edificación contra la voluntad del Consell y del Govern.

En el municipio de Sant Josep se critica la presencia de diversos restaurantes en las playas de ses Salines que «exceden en un 450%» el área declarada para ejercer su actividad. «Costas elaboró un informe de recuperación dunar donde se prevé la demolición de dichos establecimientos para recuperar el sistema playa-duna», recuerdan estos ecologistas, que también denuncian que en agosto de 2005 se iniciaron unas obras ilegales en Cala Llentia.

Ecologistas en Acción coloca asimismo una bandera negra en Cala Tarida, donde «continúa el proceso urbanístico y la destrucción de una de las calas más bonitas de Eivissa». De esta zona dicen que a pesar del cambio de gobierno se está degradando el lugar e indican que se están invirtiendo fondos públicos en infraestructuras como depuradoras o conexiones con desalinizadoras que «deberían ser pagadas por los promotores». Otra de las banderas negras es para Cala d'Hort, porque pese a ser «uno de los parajes naturales más importantes de la isla», el Govern del PP lo redujo «a la mínima expresión».

En Formentera se critica la ampliación del puerto de la Savina y la construcción de un parque solar fotovoltaico en Cala Saona que ha provocado un «impacto injustificable».

En el conjunto de Balears, Menorca no consigue ninguna bandera negra y sí cuatro puntos negros. El balance es mucho peor en Mallorca, donde se han localizado hasta 36 banderas negras. De hecho, Balears en su conjunto es una de las zonas que suma más puntos y banderas negras de España junto a Murcia y Asturias.

Los ecologistas aseguran que Balears vive una fuerte crisis y el Govern sólo está promoviendo una política ambiental agresiva. «Lo que más aprecia un turista de clase media alta es la calidad ambiental del lugar», dicen desde esta organización, donde piden una moratoria en el litoral, mejorar la capacidad de las depuradoras, evitar la limpieza mecánica de posidonia de las playas, ampliar las figuras de protección y disminuir las plazas hoteleras existentes, reorientando la actividad a un turismo sostenible.

Ecologistas en Acción califica de puntos negros las depuradoras de Platja d'en Bossa, Vila, Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Josep, Santa Gertrudis, Cala Llonga y Formentera. Muchas vierten en emisarios cercanos a playas concurridas e «incumplen los valores máximos establecidos por la legislación» de sólidos en suspensión, nitrógeno y fosfatos. Los ecologistas critican que no haya depuración terciaria y que el incumplimiento de la legislación puede suponer una reducción en la calidad de las aguas de la zona debido al «fenómeno de eutrofización».