Sant Josep puso en marcha dos desaladoras móviles que desde el pasado lunes han comenzado a funcionar llevando agua desalada al 80% del núcleo urbano de Sant Jordi, con una producción diaria de 2.500 m3 en total.
El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet, el concejal de Medi Ambient, Josep Antoni Prats, y a responsables de la empresa Aqualia presentaron ayer esta nueva puesta en marcha que, según Prats, hará «que la gente de Sant Jordi note una progresiva mejora en la calidad del agua de sus casas». Las desaladoras están ubicadas en el Pou de ses Eres y suponen una solución provisional hasta que todo el municipio cuente con agua proveniente de la interconexión de las desaladoras de Eivissa, Sant Antoni y Santa Eulària, una solución definitiva que tardará unos tres años en hacerse realidad.
Por su parte, el concejal de Medi Ambient explicó que el área de abastecimiento será principalmente el núcleo de Sant Jordi, quedando excluidas las zonas de Can Burgos, Can Fita y la parte más baja de Platja d'en Bossa, es decir, la más cercana a la playa. Sin embargo, el edil señaló que el área puede variar «dependiendo del consumo de la gente y de la capacidad de las desaladoras». «Debemos demandar a la gente que haga un consumo responsable, por cuestiones medioambientales, de ahorro energético pero también porque si consumimos poco podremos llegar a un área más grande», destacó el edil, quien remarcó además que, en cuestión de semanas, tienen previsto realizar mejoras en la extracción de los pozos que les permitirá tener más agua por día y, por lo tanto, llegar a las zonas que quedan excluidas. Además, Prats recordó que la mejora será progresiva y que «podrá tener altibajos» por diversas causas: «Porque se ha puesto todo el sistema en marcha y debe encontrar el equilibrio adecuado, y también porque tantos años de agua en malas condiciones hace que en las tuberías haya calcificaciones importantes». «Por eso avisar a la gente que si algún día el agua sale de mala calidad es porque el agua buena provocará que cal acumulada se vaya desprendiendo», destacó.
Durante la presentación el acalde expresó su «satisfacción» por la puesta en marcha de las desaladoras móviles y destacó que el del agua es el problema «número uno» del que se ocupa el Ayuntamiento. «Y este paso es una mejora», concluyó.
El alcalde recordó que estas son las desaladoras que fueron inauguradas por el Partido Popular en la pasada legislatura pero cuyo funcionamiento debió detenerse por el actual equipo de gobierno debido al «peligro de incendios y de vertidos a un torrente», que suponían al funcionar con un generador a gasoil. «Una chapuza», según Agustinet, quien destacó que el PP recibió denuncias de Medi Ambient por este motivo. Por ello, Prats señaló que se han eliminado los motores a gasoil, «y todo lo que podía suponer un peligro para la zona donde están instaladas».
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