La consellera de Treball, Margarita Nájera, vaticinó ayer que la crisis provocará 10.000 parados más en Balears a partir de octubre, de los que una «parte importante» provendrá del sector de la construcción, lo que supondrá que durante el invierno, las islas contarán con 60.000 desempleados.

Nájera recordó que la economía balear cuenta con una media de entre 45.000 y 50.000 parados y señaló que ante la previsión de que esta cifra se incremente en 10.000 más, el Ejecutivo central ya ha aprobado otorgar una prestación mensual de 350 euros para 2.000 personas que hayan terminado de cobrar el paro o que no hayan trabajado lo suficiente para poder cotizar.

Así, Nájera avanzó que el Govern ampliará esta prestación a 2.000 ciudadanos más del archipiélago, mientras que, por otro lado, desarrollará junto a los Ayuntamientos una serie de proyectos de tipo social, dirigidos a otras 1.000 personas que no tengan derecho a prestaciones económicas.

Además, añadió que la conselleria también está preparando un plan de choque con el fin de lograr que un profesional pueda tener una cualificación en invierno y otra diferente en verano, de forma que la estacionalidad «no suponga un deterioro de su situación laboral y económica».

«A pesar del incremento de parados, no va a haber un desplome dramático, porque tenemos una economía basada en el turismo», subrayó, al tiempo que dijo que «aunque la crisis en la construcción sí que nos va a hacer daño, no va a ser tanto como está sucediendo en la Comunidad Valenciana o Murcia donde habían basado toda su riqueza en la construcción».