El conseller de Infraestructuras, Bartolo Ferrer, anunció que han aprovechado las obras de canalizaciones de agua y alcantarillado para unir la Mola con la desaladora de es Ca Marí y con la depuradora de Sant Francesc para ultimar «un proyecto de red en baja para que las viviendas del Pilar de la Mola se puedan conectar a las redes de alta tanto de abastecimiento de aguas como de alcantarillado». El proyecto ha sido realizado por técnicos de Aqualia, la compañía responsable del suministro de agua y de la red de alcantarillado.
«Es un proyecto que supera el millón trescientos mil euros porque hemos creído conveniente que una vez se hacía la conexión de ambas redes en el Pilar y, teniendo en cuenta que se tenían que levantar las aceras desde la entrada hasta la salida del pueblo, el equipo de gobierno decidió aprovechar la circunstancia para efectuar un soterramiento total de los tendidos eléctricos y telefónicos», explicó Ferrer.
Además, se hará una actuación para canalizar las aguas pluviales, un sistema que no ha existido nunca en la Mola. El proceso de licitación se agilizará al máximo de manera que pasadas las fiestas del Pilar, a mitad de octubre o a principios de noviembre puedan comenzarse los trabajos, de manera que a lo largo del invierno pueda ejecutarse y antes de la Semana Santa esté totalmente finalizado. Paralelamente, informó Ferrer, se hará una intervención similar en es Caló aunque ya avanzó que el proyecto no estaba totalmente terminado pero que confiaba en que pudiera tramitarse de forma prácticamente simultánea y que los trabajos se hicieran asimismo en temporada baja.
En prinicipio, recordó Ferrer, el proyecto de la parte de la subida a la Mola iba junto al Camí de sa Pujada. Sin embargo, el actual equipo de gobierno consideró que ello implicaba hacer una gran zanja en medio del bosque y por tanto iba a generar un impacto ambiental muy grande, por lo que estudiaron «la posbilidad de pasar la canalización siguiendo la carretera a la Mola, que se desechó pronto también por el coste ambiental, y finalmente se optó por utilizar el pasillo abierto bajo el tendido eléctrico de GESA que suministra la electricidad a la Mola que ya tiene su propio espacio y, por tanto, no significaría el más mínimo problema ambiental, ya que la conducción pasaría por un terreno ya desbrozado». Ferrer dijo que se han hecho las pertinentes gestiones con GESA y saben que no habrá problema para utilizar ese pasillo.
Al mismo tiempo el conseller de Infraestructuras recordó que «la licencia había caducado ya que el plazo de ejecución había finalizado y el Consell ha tenido que solicitar una prórroga de un año, que ha sido concedida, por lo que en un mes aproximadamente en determinados tramos se podrán reemprender las obras».
Ferrer señaló que los retrasos que se están produciendo en la instalación de las tuberías se deben a que principalmente entre el camino de es Arenals y es Caló no se había solicitado la servidumbre de paso para abrir las zanjas y en los dos puntos en los que se han de instalar depósitos, a media subida a la Mola y en la parte superior, «no se habían hecho los correspondientes procesos de expropiación de los terrenos»». Esto provocó «muchos problemas», aunque ahora ya se están tramitando las expropiaciones. «Pensamos que en septiembre las obras se reanudarán de forma normal».
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