Fiesta Hotel Group, buque insignia del Grupo de Empresas Matutes, vendió el pasado 1 de julio su participación en el gigante europeo de la touroperación, TUI AG, por un total de 70 millones de euros, según informaron ayer diferentes medios internacionales y confirmaron fuentes de la empresa que evitaron realizar cualquier comentario respecto a la operación y el destino de los activos conseguidos con la transacción.

La familia Matutes disponía de cuatro millones de acciones de TUI, lo que suponía un 1'6% del capital de la sociedad que vendió al multimillonario ruso Alexei Mordashov, propietario del grupo acerero Severstal, a un precio de 17'5 euros por título. Este precio supone una sobrevaloración de cada acción de 2'94 euros respecto al valor antes de la venta o, lo que es lo mismo, 11'76 millones más que el valor de mercado del paquete controlado por Abel Matutes.

Movimientos en Fiesta
La desinversión en TUI no es la única operación de calado que Matutes ha realizado en el último mes y que está suponiendo una profunda reestructuración de su cartera inversora.

El pasado 30 de junio, el ex ministro de Exteriores invertía 4'72 millones de euros para adquirir 400.000 títulos del Banco de Santander. La operación de compra era la tercera en un mes de adquisición de acciones de la entidad presidida por Emilio Botín.

El 16 de junio se iniciaba la estrategia de compra cuando Matutes invirtió 12'02 millones para hacerse con 982.000 acciones, lo que le permitió llegar al 0'019% del capital social de la entidad.

Cuatro días después, el máximo responsable de Fiesta realizó otras dos operaciones por importe de 11'95 millones de euros, con lo que pasó a controlar el 0'035% del capital de la entidad.

Tras la última operación, Matutes (que ya figura como consejero independiente dentro de la estructura directiva del banco cántabro) controla el 0'041% del capital social de la entidad.

A estas operaciones financieras se le suman las puramente hoteleras del grupo Fiesta, que desde hace unas semanas ha puesto a la venta bloques de apartamentos, un apartahotel y dos tres estrellas ubicados en las Islas Canarias y Mallorca.

Estas operaciones, que de concretarse podrían suponer unos ingresos de cerca de 120 millones de euros, se inscribe en la estrategia de redireccionamiento del negocio, abandonando las líneas menos rentables y centrándose en las de más futuro, como los hoteles urbanos (ha adquirido un edificio en Madrid para su marca Ayre y busca otros en Andalucía y Cataluña) y los grandes resorts en América (hace 10 días que ha abierto uno en Jamaica y está en proceso de construcción de otro en Brasil), confirmaron fuentes del grupo.