oco se imaginaban los integrantes de la comitiva del Govern que asistía ayer a la Expo de Zaragoza que saldrían retratados en toda la prensa rosa. Y no porque despertaran interés entre los paparazzi, sino porque tuvieron su minuto de gloria al saludar a los Príncipes de Asturias, que justo ayer decidieron pasarse por el pabellón de Balears por primera vez. Doña Letizia, con zapatos de plataforma de charol blancos y un atuendo muy marinero con un toque azul, se quedó impresionada por unos tubos con olor a romero o hierbabuena que hay en la entrada de del stand de las islas. «Nos ha dicho que era muy original, les ha gustado mucho, sobre todo a ella», explicó después el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Miquel Àngel Grimalt, quien hizo de anfitrión. La visita fue corta (no duró ni cinco minutos), pero intensa. Los Príncipes llegaron envueltos de una nube de curiosos. "¡¡¡¡Guapa!!!", gritaba una mujer que no se podía creer el haber tenido la suerte de coincidir con Don Felipe y Doña Letizia, una experiencia que a buen seguro será la envidia de todas sus amigas.

Mientras los 'armarios' responsables de seguridad de la Casa Real arrinconaban a los fotógrafos y cámaras de televisión, los curiosos visitantes del stand de Balears se hincharon a hacer fotos a los Príncipes en primer plano con sus móviles. Una vez dentro del pabellón, al que entraron acompañados del conseller y del director general de Promoció Turística, admiraron la proyección audiovisual en la que se explica la historia del agua en Balears desde la Prehistoria hasta nuestros días y en la que se ven fugazmente algunas imágenes de Eivissa (aunque pocas). No lo visionaron entero, pero según los responsables del Govern no hubo que explicarles demasiada cosa. «Ellos conocen bien Mallorca y Balears», recordó el conseller, que se mostró muy satisfecho porque tanto Doña Letizia como Don Felipe les felicitaron por querer dar una «imagen distinta» y «más sostenible» de Balears. «Les ha gustado que mostremos esta otra cara que a veces no se conoce».

El pabellón fue especialmente agraciado, porque la Casa Real decidió que la prensa (una treintena de periodistas) tenía que captar las imágenes cuando salieran de él y entraran en el de la Comunidad Valenciana. La Expo estaba ayer especialmente controlada (incluso con militares) y los reporteros tuvieron que enseñar su acreditación en todas partes, además de pasar por el escáner todo el material de prensa. "¡Hoy todo va al escáner!", decía el responsable de seguridad. Como si otro día no importara que alguien entrara una bomba. «No me han dicho nada de la navaja que llevo en el bolso», comentaba una reportera. Otra, mientras, exclamaba: «¡Viva la República!». Eso sí, hay que reconocer que el Príncipe gana enteros en las distancias cortas. Claudia Roig

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