La Asociación de Vecinos de es Ca Marí está muy pendientes de las medidas adoptadas por Gesa para reforzar la potencia de la planta generadora de energía eléctrica de Formentera en temporada alta, ya que cada año provoca unas molestias de contaminación acústica y ambiental que se han convertido en motivo de queja permanente en esta época. En los últimos días han llegado a Formentera un mínimo de siete generadores para paliar los déficits energéticos de la isla entre julio y principios de setiembre, pero no se han retirado los viejos generadores que estaban ocasionando problemas al vecindario.

Por su parte, el presidente del Consell de Formerntera, Jaume Ferrer, confirmó que habían llegado al menos siete generadores, pero señaló que «se trata en principio de siete generadores absolutamente nuevos que por tanto no deberían hacer ruido ni emitir nubes tóxicas a diferencia de los que llegaban a la isla anteriormente que estaban casi al final de su ciclo vital o tenían un mantenimiento aparentemente deficiente debido a los problemas que generaban».

Ferrer indicó que por el momento no se habían puesto en marcha los nuevos generadores y que como sistema de corrección «se ha instalado un paramento que en teoría deberá impedir que los ruidos, humos y olores, traspasen la carretera de es Ca Marí de este a oeste, molestando a los vecinos que viven en la zona». Asimismo Ferrer señaló que los nuevos generadores se han colocado en un lugar distinto de la ubicación de años anteriores, dentro del recinto de la compañía energética, y que su situación entre la central de Gesa y la nueva pantalla de casi seis metros de altura, en teoría deberían minimizar las molestias al vecindario.

No obstante algunos de los vecinos de la zona, que sí confirman la instalación del paramento o pantalla sonora, aseguraban ayer que los nuevos generadores no han sido puestos en marcha por el momento, pero que sí se han hecho pruebas con los viejos y el ruido porque no están en el mismo sitio que los nuevos, era claramente perceptible.

Los vecinos dudan

Rita, que vive a un centenar de metros de la estación de GESA, señalaba que «pueden hacer muchas cosas con los nuevos generadores, tenemos dudas qué va a pasar con los viejos porque imagino que seguirán funcionando, pero en nuestro caso hay algo que nadie va a solventar, el escape de la turbina de la planta está directamente orientada hacia nuestra casa y como la pantalla no llega a la altura y no sé si sería posible desviarla, tendremos que tragar con lo que pase».

Además, parece que o por los vientos de los últimos días o por la colocación de la empalizada que debería menguar los efectos sonoros, desde la contigua planta desaladora ya ha habido las primeras quejas por, básicamente, el olor y el humo producido por el gasoil que alimenta los viejos generadores cuando anteriormente no hubo la más mínima queja en este sentido en años anteriores.