aume Ferrer, presidente del Consell de Formentera y Carles Pons, gerente de la Fundación Respiralia creada por la Asociación Balear de Fibrosis Quística, FQ, presentaron ayer la nueva edición de la vuelta a nado de Formentera que llega a su novena edición y que tendrá lugar el próximo domingo.

En esta ocasión Respiralia 2008 llega al límite de su capacidad de participantes, 219, cuando se había establecido el techo en 215 pero como dijo Pons, las circunstancias mandan y han superado la cantidad de participantes a los que hay que sumar, señaló, alrededor de 50 personas dedicadas a la organización y el apoyo logístico. El objetivo fundamental de esta vuelta a nado, que no es competitiva, es concienciar a la sociedad sobre la Fibrosis Quística, una enfermedad que por el momento no tiene curación y que reivindica la natación como uno de los deportes más apropiados para tratar y combatirla. Este año la participación se ha desbordado ya que según Pons «hemos tenido que dejar a gente en lista de espera», pero al mismo tiempo destacó el hecho de que un equipo italiano Gerole sport, 16 nadadores pero un total de 27 personas, han conseguido recaudar fondos para poder llegar a Formentera y al mismo tiempo han recaudado fondos para la causa de la Fundación Respiralia.

Pons señaló que en los últimos años la Fundación Respiralia se había propuesta la construcción de un centro para atender a los afectados por esta enfermedad «el año pasado sólo teníamos un solar, ahora tenemos un edificio de cinco plantas, pionero en España y que se ha podido hacer gracias, principalmente a la Vuelta a Nado a Formentera. Cuando comenzamos con ella éramos pocos los implicados pero eso ha cambiado y hemos ido creciendo del primer y único participante en 2000 a los 219 este año». Pero al mismo tiempo Pons, piloto de helicópteros de la Fuerza Aérea y que actualmente se dedica en exclusividad a la Fundación Respiralia, señaló que la aceptación, la difusión de las vueltas a nado en Formentera les obligó a afrontar nuevos retos, crecer como entidad y dar más y mejores servicios a los afectados por la FQ». Para Pons la construcción de la sede es el reto más importante del colectivo y confía en que se convierta «en un referente para toda España a la hora de tratar la fibrosis quística.

Guillermo Romaní

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