Los ayuntamientos de Eivissa y Sant Josep han decidido extremar la vigilancia policial en las paradas de taxi de ambos municipios para evitar cualquier clase de boicot que pueda ocasionar la patronal después de que anoche comenzaran a funcionar las 30 licencias estacionales otorgadas por el Consell d'Eivissa.

Este decisión fue comunicada ayer por ambos gabinetes de prensa después de que la asociación de taxistas titulares de Vila anunciara que se organizarán en grupos para impedir que los taxistas temporales puedan trabajar durante este verano. Por ello, el Ayuntamiento de Eivissa ha alertado a la Policía Local y Nacional «de la posibilidad de que algunos conductores intenten boicotear el servicio, por lo que se extremará la vigilancia en seis paradas de la ciudad».

La misma alerta recibió la policía de Sant Josep: «Tienen instrucción de vigilar las paradas para evitar que haya ningún tipo de problema y además habrá una patrulla permanente en el aeropuerto», informó una fuente del Consistorio josepí, mientras que el concejal de Mobilitat de Vila, Joan Rubio, se comprometió a «garantizar que todos los taxistas que a partir de hoy [por anoche] empiezan a operar en la ciudad, tanto titulares como asalariados, puedan trabajar con total libertad y sin padecer coacciones».

Con respecto a las manifestaciones realizadas por el presidente de la asociación de taxistas de Vila, José Serafín, sobre la ilegalidad de las licencias estacionales, Rubio señaló que todos los taxistas temporales «tienen la licencia en vigor y están autorizados a trabajar». «El único organismo competente para afirmar que una norma aprobada por la administración pública es ilegal es el tribunal de justicia», sentenció el concejal, que insistió además en que «el Ayuntamiento y la Policía Local actuarán con firmeza contra los taxistas que cometan alguna infracción o coacción a compañeros y clientes». Por ello, Rubio pidió también a los profesionales y usuarios «que padecen algún tipo de coacción que presenten una denuncia ante la Policía Local y Nacional».

Por otra parte, el Ayuntamiento se encuentra estudiando qué medidas tomar ante la interrupción del servicio de radiotaxi programada para hoy por la patronal de Vila a modo de protesta y decidió que convocará una reunión con los taxistas «para tratar todos estos temas».

El conflicto de las licencias temporales viene precedido por la decisión del Consell de otorgar los permisos a partes iguales entre asalariados y titulares para que pudieran operar este verano con el fin de reforzar la oferta de este servicio, tan demandado en temporada. Los titulares, en desacuerdo, pidieron la preferencia de las licencias pero no les fue concedida, lo que provocó una huelga indefinida que hizo que los ayuntamientos de Sant Joan, Santa Eulària y Sant Antoni se descolgaran del plan. Ayer tenían previsto comenzar a funcionar las 30 primeras licencias, en su mayoría solicitadas por asalariados, con excepción de Sant Josep, donde los 13 permisos correspondientes a este municipio se comparten entre patronal y trabajadores.

El presidente de la asociación de taxistas asalariados, Secundino Fernández, aseguró que los titulares son «libres de actuar como quieran», aunque remarcó que todo está en manos de su abogado: «Dentro de la democracia en que vivimos y dentro del marco constitucional cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero nosotros los tenemos claro: nos ajustamos a la legalidad y tomaremos las medidas oportunas», señaló el presidente de los asalariados, para quien instalar vigilancia policial en las paradas es «llegar a los extremos». «Nosotros estamos tranquilos y dispuestos a enfrentar lo que sea», agregó Fernández, para quien las amenazas de boicot de la patronal no son creíbles. «Si son personas sensatas, lo que dicen es por llamar la atención», apuntó.

Por otra parte, cabe recordar que asociaciones de Eivissa y Sant Josep tenían previsto para hoy interrumpir el servicio de radiotaxi a modo de protesta.