En Eivissa las cosas no están mucho mejor. En 2003 la central eléctrica de GESA emitía a la atmósfera 458.280 toneladas de CO2 y ha ido aumentando paulatinamente hasta las 500.975 de 2007. La punta se produjo en 2006, cuando se llegaron a lanzar 528.509. La otra empresa cuyas emisiones se controlan desde el Ministerio de Industria es Ladrilleras Ibicencas, que pasó de 3.980 en 2005 a 5.172 en 2007. En Formentera las cifras también han aumentado de 2.733 en 2005 a 9.393 en 2007.
El transporte representa el 28,9 por ciento del total de las emisiones en Balears, sin incluir el transporte aéreo internacional. Según Els Verds, las centrales termoeléctricas emitieron en 2007 en Balears 4,83 millones de toneladas a la atmósfera, el 51% del total. Otros sectores importantes son ladrillos, residuos, agricultura y usos residenciales y terciarios.
Mejor que la media
De esta forma, las emisiones por habitante en Balears ascienden a 9,6 toneladas de CO2, un poco menos que la media española, debido a la ausencia de industrias básicas y al peso del sector servicios, «poco intensivo» en emisiones.
Desde el Govern balear han advertido de que esta situación puede cambiar con la llegada del gasoducto y del cable eléctrico, dos grandes infraestructuras que contribuirán a disminiuir las emisiones de CO2 en las islas.
Mientras, desde Els Verds recomiendan que se apueste por el transporte público y por el no motorizado y que se «modere la movilidad».
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