EFE/ R.L.

Las playas pitiusas contarán este verano con cinco nuevas torres de vigilancia y con un elemento nuevo de seguridad que combina las instalaciones de una caseta de socorro y una torre de vigía y que tienen el objetivo de ahorrar espacio y mejorar la operatividad del servicio de seguridad.

La consellera de Interior, María Angeles Leciñena, y la directora general de Emergencias, Cristina Ferrer, presentaron ayer en Palma el nuevo equipamiento para las playas de Baleares, que en total sumará once nuevas unidades de vigilancia y socorro, 22 torres, siete embarcaciones neumáticas para el servicio de rescate y traslado de heridos, y seis camillas.

En lo que se refiere a las Pitiüses, el material se repartirá entre Vila, que recibirá una torre de vigilancia y dos camillas; Sant Antoni, con una torre de vigilancia; Sant Josep, con tres instalaciones de caseta de socorro y torre vigía; y Santa Eulària, con una nueva torre de vigilancia. Formentera, por su parte, recibirá dos de estas instalaciones.

La campaña de playas de este año supondrá un coste de 596.800 euros por parte de la Dirección General de Emergencias, de los que 394.186 corresponden a la dotación de las playas de Mallorca, 139.678 a las de Menorca, 47.936 a Eivissa y 15.000 a Formentera.

Además, desde el Govern también se informó mediante un comunicado que en el conjunto del archipiélago hay 228 playas de riesgo bajo, 85 de riesgo medio y 42 de riesgo alto. De estas últimas que entrañan mayor riesgo, 35 se ubican en Mallorca, cinco en Eivissa y una en Menorca y Formentera. El nivel de riesgo de la playa viene determinado por la cantidad de personas que suelen alojar, motivo por el que las zonas de baño con más usuarios son las que tienen un riesgo potencial más elevado.