G.ROMANI

El secretario de la Cofradía de Pescadores de Formentera, Miquel Ferrer, anunció ayer que ya se han producido los primeros destrozos en las redes de los pescadores artesanalesde Formentera con motivo de la campaña de pesca del atún rojo.

La campaña del atún rojo que se desarrolla por estas fechas, hasta el 15 de julio concretamente, es cada año un suplicio para la flota artesanal de Formentera ya que si bien los barcos atuneros no producen desperfectos, quienes sí lo hacen y a veces en gran cuantía, son los remolcadores de las jaulas en las que se mantiene el atún pescado para su posterior traslado y engorde en granjas marinas de Murcia y de Andalucía, mientras que los más grandes son enviados directamente a Japón, el principal mercado mundial del atún previa la ultracongelación y envío aéreo.

Ferrer dijo que por el momento se había constatado la rotura de «dos tirons de xarxa», es decir un sistema de ocho redes separadas entre sí por 50 metros con las correspondientes bioyas de balizamiento para su localización. «Una de ellas -informó el secretario de la Cofradía de Pescadores de Formentera-, apareció a varias millas de su lugar original, totalmente destrozada y por tanto irrecuperable, y la segunda está en tan mal estado que dificilmente el pescador podrá repararla y seguir faenando con normalidad en mucho tiempo». El problema de la flota artesanal es que cuando un remolcador de jaula de atunes arrastra y rompe una red, el pescador «pierde sus artes, que no son baratas, y además no puede seguir trabajando por lo que los daños -recordó Ferrer-, son dobles y las indemnizaciones deben contemplar el valor de las artes y el lucro cesante por la actividad que dicho pescador no ha podido ejercer mientras no puede comprar nuevas redes». El secretario no descartó que los daños sean superiores y esperaba a lo largo del fin de semana tener más información al respecto.

La Cofradía comenzará a hacer una evaluación de los daños materiales y del lucro cesante previsible para trasladar sus denuncias, como mínimo de estos dos pescadores artesanales afectados, si no son más, al ministerio en Madrid, al Govern balear y al Consell de Formentera, para que una o todas las partes busquen de una vez por todas solucionar el conflicto que cada año afecta de forma grave a los pescadores artesanales de la isla.

El problema con los atuneros se lleva arrastrando desde hace una década y aunque en una época se firmó en Madrid un pacto de caballeros, tras las amargas experiencias de los pescadores formenterenses, algunos no han cobrado por sus redes ni por el tiempo que no pudieran faenar.