La matriculación de vehículos en las Pitiüses volvió a registrar en mayo un mal resultado, con una caída del 33 por ciento respecto al mismo mes de 2007 y una caída acumulada en los cinco primeros meses del año del 22,6 por ciento, según los datos facilitados ayer por la Asociación Empresarial de Automoción de Eivissa y Formentera (AEMA).

Estos datos llevan a la patronal de los concesionarios a asegurar que la situación es preocupante, aunque lo haga con matices. «Seguimos esperanzados en que durante el segundo semestre la situación irá mejorando», añade AEMA en un comunicado, donde se estima que el año puede cerrarse con una caída del 12% o el 15%.

En mayo se vendieron 729 unidades frente a las 1.088 del mismo mes de 2007. La caída es especialmente acusada en los vehículos para las flotas de los rent a car, con 532 coches adquiridos en comparación a los 873 del anterior mes de mayo, una caída del 39%. En el acumulado anual el descenso es del 28,6% al pasar de 1.256 coches a 897.

El presidente de AEMA, José Colomar, ya avanzaba hace unas semanas que la caída de las compras de los alquileres era un elemento que el sector daba por hecho puesto que el pasado año se produjo una renovación importante de las flotas y ésta se suele realizar cada dos años. En el caso de las ventas a particulares, los resultados son algo mejores. En mayo se vendieron 143 unidades frente a 156, un 8,3 por ciento. En el total anual la caída es del 18,6, al pasar de 833 turismos vendidos a 678.

La matriculación de coches de particulares es uno de los indicadores más fiables de la marcha de la economía ya que mide la confianza y las posibilidades de endeudamiento de las familias. La caída de las ventas de vehículos comerciales sirve igualmente para determinar la situación que atraviesan las empresas, poco dadas a renovar sus furgonetas y camiones en caso de recesión económica.

El pasado mes se vendieron 108 unidades de vehículos comerciales, casi 50 menos que en el mismo mes de 2007, un descenso del 30,3 por ciento. En el acumulado del año se han vendido 344 furgonetas, 143 menos que entre enero y mayo de 2007, lo que da idea la prudencia que demuestran las empresas a la hora de comprar nuevos transportes.