S. PARRA/ G. ROMANÍ

La jornada de paro en el sector pesquero convocada ayer en toda España fue seguida masivamente por la flota de arrastreros de las Pitiüses pero no consiguió dejar en el puerto todas las embarcaciones ya que numerosos llaüts salieron a faenar, explicaron fuentes de las cofradías de Vila, Sant Antoni y Formentera.

En el puerto principal del archipiélago secundaron el paro las seis embarcaciones de arrastre, las cuales dan trabajo a cerca de la mitad de los alrededor de 70 socios de la cofradía, explicó el secretario de la misma, Xico Cardona. Por su parte, buena parte de las embarcaciones de artes menores salió a faenar «al afectarles menos el precio del combustible, haber tenido que estar amarrados varios días por el tiempo y tener otros problemas como la pérdida de las artes de pesca», añadió.

Una situación similar se produjo también en el caso de Sant Antoni. Fuentes de la cofradía apuntaron que los dos arrastreros registrados no salieron pero que la docena de embarcaciones pequeñas que usan otras artes «salieron a faenar normalmente».

El sector de Formentera fue el único que secundó el paro en bloque, tanto sus tres pesqueros de arrastre como los 17 de artes menores, informaron desde la cofradía local.

La difícil situación del sector en las islas se debe fundamentalmente por el elevado precio del gasóleo. «Aunque tenemos suspendido el impuesto de hidrocarburos y tenemos el gasóleo más barato que los taxistas y los agricultores, ahora mismo supone más de la mitad de nuestros gastos», explicó Cardona. «A partir del lunes se situará a 81 céntimos el litro, lo que significa que en cuatro años se ha duplicado su precio y que en siete años se ha triplicado», añadió.

Según las estimaciones de los pescadores, cada uno de los arrastreros, en función de su tamaño y de las horas que faene, puede consumir diariamente entre 300 y 600 euros de combustible.

Este incremento de costes va acompañado de un «descenso de las ventas», lo que pone en peligro la rentabilidad del sector, que en ocasiones tiene que arrojar una parte importante de sus capturas. «Hay pescados como la roja y el gall que tienen buenos precios, pero se capturan pequeñas cantidades», explicó el secretario de la cofradía de Eivissa. «En las redes se capturan muchos otros peces que tienen más difícil salida al poder comprarse pescado de fuera o congelado, así como variedades más fáciles de preparar. Si toda esta captura no la vendes, no logras rentabilidad», concluyó.

El Govern anunció ayer un paquete de medidas que pondrá en marcha en el corto plazo para tratar de aliviar la situación del sector pesquero. Entre estas propuestas correctoras figura el adelanto de 600.000 euros de ayudas que el Ministerio de Medio Marino debe abonar para cubrir parte del coste del gasóleo.

Esta ayuda tendrá que repartirse entre las más de 400 embarcaciones profesionales de pesca censadas en Balears, 53 de ellas arrastreros.

Además, se realizarán contactos para modificar las condiciones de amortización de los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), así como mejoras para el suministro de combustible dentro de los puertos, para lograr reducir su precio.

En el caso concreto de las Pitiúses, se negociará con el Ministerio reducir en una hora el tiempo de faena , especialmente para las barcas de fuera que operan en caladeros pitiüsos.