Las posibilidades de pintar sobre tela son infinitas; en la imagen se pueden ver cojines, bolsos, espejos y manteles.

ucho tiempo libre y sobre todo mucha ilusión por llevar adelante nuevas ideas y proyectos. Eso es lo que tienen las 45 mujeres que asisten al curso de pintura sobre tela que desarrolla la Asociación de Personas Mayores de Santa Eulària. Durante toda esta semana, el edificio polivalente de la localidad ha mostrado los trabajos de las alumnas, que han aportado varias creaciones a esta muestra.

«Las posibilidades de pintar sobre tela son infinitas, por ello, cada una elige sus diseños. Para mí es una satisfacción enorme porque veo cómo van aprendiendo; personalmente me anima mucho porque veo que se sienten queridas», explica Carmen Palomino, profesora de pintura. Así consiguen que las alumnas estimulen su creatividad: «Cuando tiras un poco del hilo te das cuenta de que tienen muchas cosas que aportar; estoy muy contenta con los resultados».

Entre delantales, cuadros, espejos, mantillas, cojines, lámparas y espardenyes, las alumnas explican su experiencia en este curso de pintura. Olvido Jiménez es una de las alumnas más veteranas de este curso: «Empecé hace tres años y la verdad es que estoy muy contenta. Decidí apuntarme porque me aburría en casa y estaba un poquito mal de moral; esto me hace revivir porque paso ratos muy buenos con mis compañeras y así pasamos el rato».

A las clases que tienen lugar el lunes por la mañana y el martes por la tarde también acuden afectadas de fibromialgia: «Les va muy bien», afirma Mirien Iriondo, otra de las alumnas que acude a estas clases desde principio de curso. «Ahora que no trabajamos nos sentimos útiles viniendo a las clases de pintura sobre tela; hay muchas cosas bonitas que podemos hacer. Uno de los objetos que más me ha gustado hacer es el espejo»,

Buena parte de estas creaciones acaban siendo objetos de regalo: «Cuando vienen familia o amigos a casa y ven las cositas que tenemos por allí me dicen que es muy bonito y al final lo acabo regalando», puntualiza Olvido.

María José Real