Después de que los sindicatos denunciaran la pasividad de la Inspección de Trabajo a la hora de investigar y sancionar las presuntas irregularidades denunciadas en los negocios del empresario hotelero Fernando Ferré, inspectores y agentes de la Policía Nacional visitaron algunas de las instalaciones del propietario del Grupo Playa Sol (GPS), según explicaron diversas fuentes.

Fuentes ministeriales explicaron que esta no es la primera actuación referente a las presuntas contrataciones de extranjeros por sueldos de menos de 300 euros, con cláusulas abusivas y con alojamientos en condiciones penosas, como han denunciado los sindicatos. «Los problemas que han salido a la luz ya se estaban investigando desde que se presentó la denuncia, lo que ocurre es que buena parte de la efectividad de la inspección es que no se ponga sobre aviso al presunto infractor», señalaron dichas fuentes.

«Las visitas se realizan junto a agentes de la Policía Nacional pero no se van a dar detalles de su duración o las instalaciones a las que afectará hasta que no haya un informe definitivo», concluyeron.

Algunas informaciones apuntaban a que las revisiones de los hoteles estaban siendo realizadas por personal venido de fuera de la isla, un extremo que ni confirmaron ni desmintieron desde Madrid, aunque consideraron «dudoso» que sea así. «Al menos aquí no tenemos constancia de que se haya enviado gente de fuera», aseguraron desde la sede del Ministerio de Trabajo.

Los hoteles en los que los sindicatos han denunciado la presencia de trabajadores contratados en condiciones abusivas son tres, el Costa Sur (Cala de Bou), el Nautilus (Sant Antoni) y el Mare Nostrum (Talamanca), pero según los representantes de los trabajadores es posible encontrar personal en condiciones ilegales y precarias en practicamente todos los centros de trabajo de Ferré, fundamentalmente debido a que estos asalariados no tienen asignado un hotel fijo, según afirmaron los representantes sindicales en la rueda de prensa del martes.