La obra 'Mar i cel' narra el enfrentamiento entre dos culturas durante el siglo XVII a través de una historia de amor. Fotos: SONIA GAITÁN

na gran historia de amor imposible ambientada en el siglo XVII con dos protagonistas atormentados: Saïd, árabe, y Blanca, cristiana. Una historia nada fácil de representar ante el público, pero ellos se atrevieron. La compañía de teatro Musicaldansa estrenó ayer la obra Mar i Cel del escritor catalán Àngel Guimerà. Tras ocho meses de duro trabajo, los jóvenes actores y actrices vivieron los minutos previos al estreno en Can Ventosa con muchos nervios, pero sobre todo con mucha ilusión. La preparación de todo lo imprescindible empezó pronto, pues durante toda la mañana y desde primera hora de la tarde alumnos y los directores de la compañía comenzaron a vestirse, maquillarse y sobre todo a ensayar hasta el último minuto. «La verdad es que no estoy muy nerviosa porque llevo nueve años tocando el clarinete y estoy habituada a tocar en público y también en obras de teatro», explicó Neus Tur mientras tocaba algunas notas para ensayar. Maria Antonia Serra, que encarnó a la bella Blanca, sí que estaba «muy nerviosa» pero con muchas ganas de salir al escenario para demostrar el fruto de tantos meses de trabajo: «Detrás del escenario hay mucha tensión, pero estamos muy contentos porque por fin ha llegado el día del estreno. Sabemos que es una obra complicada, por eso la tratamos con mucho respeto; estamos muy ilusionados». Buena parte de esta adaptación de la obra de Guimerà radicó en la interpretación de la música y las canciones en directo, una innovación en las obras que hasta el momento había hecho Musicaldansa.

María José Real

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