L. AVERSA

El explotador de la arenera de Can Campanitx de Formentera ha sido absuelto de delitos contra el medio ambiente y contra la flora y la fauna, por los que la fiscalía pedía dos años y medio de prisión, 147.000 euros de multa y la obligación de restaurar el terreno a su estado original.

La sentencia del Juzgado número 2 de lo penal de Eivissa ha sido absolutoria porque considera que la cantera contaba con la correspondiente autorización minera y que «el acusado ha venido realizando su actividad amparado por la explotación minera antes, durante y después de la entrada en vigor de diversa legislación como la ley de Costas o Ley de Urbanismo». En este sentido, el tribunal explica que la Ley de espacios naturales y régimen urbanístico prevé que «las canteras existentes antes de la entrada en vigor de la presente Ley podrán mantener su explotación».

Asimismo, la sentencia detalla que, si bien el acusado no tenía licencia municipal, como le reclamaba la fiscalía, «no constaba que la misma hubiera sido exigida o denegada en caso de haberse solicitado; lo que sí consta era una imposición tributaria» argumenta el tribunal, señalando que el acusado pagaba el correspondiente impuesto de Actividades Económicas al Ayuntamiento de Formentera. Por último, la sentencia destaca que la conducta del acusado una vez se notificó la suspensión cautelar fue de detener la explotación, contra lo que había declarado agentes de Seprona, quienes indicaron que en sus visitas, por más que no vieron a nadie trabajar, «se notaba que había habido actividad».

Para la Fiscalía, el explotador de la cantera había incumplido «todo el ordenamiento jurídico», extrayendo arena en una zona de dominio de Costas, que también tiene calificación Urbanística de Àrea de Especial Interés (ANEI) y sin contar con las perceptivas licencias municipales además de infringir el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas.

Durante el juicio, el defendido por el letrado Josep María Costa alegó que explotaba la arenera desde los años 80 y que el Ayuntamiento conocía sus actividades pero que nunca le exigieron que la cerrara. De hecho, cuando años después la Guardia Civil se presentó en la instalación para decirle que estaba ejerciendo una actividad ilegal, aseguró que él mismo precedió a cerrarla pero que recibió una llamada el entonces alcalde Isidor Torres pidiéndole que continuara con su actividad «porque los constructores se habían quedado sin arena». Por otra parte, la actividad de la arenera Can Campanitx afectó a una especie vegetal amenazada que prácticamente sólo se puede encontrar en Formentera, la silene cambessedesii.