Trabajos en el último tramo. El conseller d'Obres Públiques del Govern, Jaume Carbonero, atiende a las explicaciones del conseller de Mobilitat, Albert Prats, ayer en una visita a las obras de la vía al aeropuerto. Foto: MARCO TORRES

C. R./EFE

Las obras del tramo final de la autovía al aeropuerto «van a buen ritmo» y podrán estar terminadas en junio, «tal y como estaba previsto». Así lo afirmó ayer el conseller d'Obres Públiques del Govern, Jaume Carbonero, quien visitó los trabajos que se están desarrollando en la zona. «Todo se está haciendo bien desde el punto de vista de ejecución material y de respeto a los restos arqueológicos», explicó Carbonero, que resaltó que el proyecto final incluirá una modificación de la polémica rotonda de los viveros.

Esta glorieta, que en principio quedaba delante de dos naves industriales -una de ellas la de Exclusivas Miró- se desplazará un poco hacia la izquierda invadiendo más los jardines del Garden Center pero dejando más espacio delante de las naves. Este cambio en el proyecto se ha hecho teniendo en cuenta las alegaciones de los afectados y el informe del Consell.

El desplazamiento de la rotonda es de tan sólo «unos cuantos metros» pero, según Carbonero, significa una «mejora» porque deja más lugar para maniobrar a los vehículos que salgan de las naves. Los empresarios de estos negocios lamentaban que la rotonda les quedaría muy pegada y que eso supondría un problema sobre todo en la entrada de camiones.

«No conozco si todos los propietarios aceptan de buen grado esta solución final, pero el contacto es permanente porque tenemos una oficina de expropiados en el Consell», explicó el conseller, que indicó que ayer mismo tenían previsto alcanzar mutuos acuerdos de expropiación con una serie de propietarios para cerrar ya de forma definitiva el tema de la rotonda.

Carbonero también respondió a las críticas del PP, que aseguró que el tramo final era «inseguro». «Es una opinión absolutamente indocumentada y sectaria porque los accidentes se podrían producir de forma totalmente similar en ambos perfiles de carretera; todas las carreteras que tienen cuatro carriles pasan a dos y en esta se pasa de cuatro a dos a través de unas rotondas estudiadas por nuestros técnicos para que la seguridad sea la misma, la opinión del PP es una opinión interesada», expresó el conseller.

Por otra parte, Carbonero explicó que está a punto de adjudicarse la auditoría técnica y jurídica de las autovías, que costará 870.000 euros. La contratación de este trabajo ha sufrido un considerable retraso por un error administrativo que obligó a convocar de nuevo el concurso. En total se han presentado 14 empresas auditoras.

Este exhaustivo estudio se encargará, entre otras cosas, de analizar si se ha producido una doble adjudicación en el tramo de Can Sifre, que aparecía tanto en el proyecto de la autovía al aeropuerto como en el del segundo cinturón. Este hecho ha sido denunciado numerosas veces por la Plataforma antiautopista y recientemente volvió a ser remarcado por el GEN, que indicó que en el proyecto modificado de la autovía al aeropuerto sigue apareciendo este tramo. Carbonero resaltó ayer que no conoce esta doble adjudicación, pero avanzó que «estos temas» los dejará para la auditoría.

Pese a que el conseller d'Obres Públiques indicó que se «cumplirán los plazos» según lo previsto, lo cierto es que la primera fecha de finalización de esta carretera estaba marcada para el 30 de mayo y ahora ya se ha retrasado hasta antes del 21 de junio, «siempre y cuando no aparezcan restos arqueológicos que puedan demorar el proceso». «Otros problemas a los que podríamos enfrentarnos son los referidos a servicios existentes, como las conducciones de agua, que entran dentro de las previsiones, por lo que en principio ninguna otra causa retrasará la culminación del proyecto», explicó Jaume Carbonero, que resaltó que con este proyecto en el tramo final se invadirá menos superficie que la prevista en el planeamiento inicial al pasar de cuatro carriles a dos y dos viales de servicio, lo que supone «una menor afección para los vecinos».

La presidenta del PP balear, Rosa Estarás, dijo ayer que «los Juzgados han puesto en su sitio al Gobierno de Zapatero», en relación a la sentencia de la Audiencia Nacional que ha estimado parcialmente un recurso presentado por el anterior Govern, en julio de 2005, sobre los convenios de carreteras. Estarás aseguró que la Audiencia Nacional «ha fallado a favor del recurso del PP» y ha considerado que «la ministra (de Fomento, Magdalena Alvarez) no actuó correctamente al resolver unilateralmente unos convenios que estaban en vigor».

El conseller d'Obres Públiques aseguró ayer que si no hay recursos de casación ni por parte del Gobierno central ni por el Govern irán a la comisión bilateral mixta para intentar recuperar los 333 millones que figuraban en el convenio. De todas formas recordó que las cantidades que plasmaba el texto eran muy inferiores a las que luego gastó el Govern del PP. Sin ir más lejos, la del aeropuerto estaba valorada en tres millones y ha costado 70.

El conseller explicó ayer que las tierras que están depositadas en los terrenos donde Empresas Matutes iba a construir un campo de golf se deberán retirar antes del final de obra. «Las tierras no podrán quedarse donde están y tienen que enviarse a una cantera antes de recepcionar la obra», explicó Carbonero, que indicó que se cerciorarán de que esto se haga.

El pliego de condiciones de la obra estipulaba que esta tierra debía llevarse a vertedero, aunque el responsable de Accesos Ibiza (adjudicataria de la obra) aseguró ante el juez que había llegado a un acuerdo verbal con Empresas Matutes para dejar ahí el material para la construcción de un campo de golf. La ex consellera de Vies i Obres, Stella Matutes, indicó esta semana que desconocía el pliego de condiciones de la obra.