El presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Roberto Hortensius, consideró ayer «improbable» que el sector turístico pueda acoger a los parados de la construcción porque la preparación, experiencia y aptitudes de ambos trabajos son muy «dispares».

Según Hortensius, en el caso de los establecimientos hoteleros es deseable que el personal sepa idiomas y esté cualificado de forma específica para prestar una atención óptima a los visitantes». En cuanto a los trabajadores que desempeñan su labor en temporada alta, el presidente aseguró que «los elevados precios del alquiler y el hecho de que los contratos no sean muy prolongados, debido a la estacionalidad, son un freno para que vengan profesionales».

Por otro lado, Hortensius incidió en que antes de tratar de conseguir clientes en invierno hay que recuperar a los turistas de mayo y octubre para conseguir una temporada alta de seis meses. Sentido en el que, además, recordó que «este año no se espera una ocupación alta en el primer mes de apertura», aunque abrirá el cien por ciento de la oferta hotelera que en Eivissa ofrece 54.298 plazas en establecimientos turísticos y 23.575 en apartamentos y en Formentera 4.649 y 3.019 respectivamente. Sobre los principales mercados emisores, el presidente de la entidad matizó: «Nos enfrentamos a datos reales como que el público británico vive una crisis financiera, por lo que lo primero a lo renunciarán será a las vacaciones, mientras esperamos que el alemán se mantenga».

En lo que al mercado nacional se refiere Hortensius mantuvo que «aun no hay previsiones, porque los turistas españoles efectúan reservas a última hora, pero es un hecho que el poder adquisitivo de la familia media ha bajado», aunque aseveró que el hecho de ser un destino cercano puede suponer una ventaja.

Turismo gay

Asimismo, criticó que 'Ibiza auténtica y natural' «no es el lema más acertado para ir a las ferias por lo que continuamos abogando por el eslogan 'Todas las islas en una'». En lo que a la desaceleración se refiere Hortensius esgrimió que es necesario afrontar con celeridad la segunda fase del Palacio de Congresos ya que «conviene fomentar este tipo de turismo que presenta una mayor demanda de la planta hotelera en los meses de temporada baja y tiene gran poder adquisitivo». Por último respecto la promoción de la isla entre el publico gay que se acomete estos días en Barcelona, expuso que «este tipo de cliente es una realidad en la isla desde hace muchos años, es muy aceptado y los hoteleros están muy satisfechos con él ya que es educado, respetuoso y tiene un alto nivel económico. Un asunto sobre el que agregó «hay que seguir atendiéndolo bien para mantenerlo y fidelizarlo con Eivissa porque, además, responde bien en los meses de invierno».