El prestigioso diario británico The Independent publicó el domingo un reportaje titulado «Ibiza, ¿se acabó la fiesta?» en el que analiza los cambios políticos que ha vivido la isla en el último año y la búsqueda de un «dramático cambio de imagen» que relegue a la actual escena de discotecas y DJs superestrellas y apueste más por hoteles de alta calidad «en un intento por atraer visitantes de un perfil económico más elevado».

«Mientras el verano se acerca, Eivissa busca desembarazarse de su imagen de exceso y reclama una más próspero, de mejor comportamiento, clase de visitante», señala el rotativo, que cita a la consellera de Turisme del Consell d'Eivissa, Pepa Marí: «La escena clubber es sólo una parte minúscula de lo que la isla ofrece, pero es lo que nos define internacionalmente y está dañando nuestra imagen; es lo que intentamos cambiar».

«Los días en los que podíamos competir con otros destinos baratos hace tiempo que pasaron. Somos conscientes de que debemos mejorar la calidad de nuestro turismo renovando hoteles, construyendo otros mejores, promocionando el turismo rural y limpiando el daño medioambiental provocado por la construcción ilegal. Tenemos programado reformar nuestra costa y las actividades náuticas para proteger el entorno marítimo», continúa la consellera.

«El corazón del cambio tiene un origen político. Balears solía ser el bastión del conservador Partido Popular, que permitió a las grandeas cadenas hoteleras y promotores turísticos desbocarse», asegura este medio de información, que señala como ejemplo la elección al Senado de Pere Torres, Casetes, de quien dicen que lideró la campaña contra la «gigantesca autopista de seis carriles desde el aeropuerto hasta Sant Antoni, capital de la fiesta». «Cientos de casas fueron expropiadas para construir un mar de cemento. (...) Decenas de miles se sentaron frente a los buldozers en una protesta sin precedente, concluye».