La iglesia se vistió con sus mejores galas.

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umerosos vecinos de Sant Vicent, otros residentes de la isla y muchos turistas con cámara en mano se acercaron ayer a la localidad para celebrar el día en honor de su patrón con un sinfín de actividades tradicionales. Muchos de los asistentes no quisieron perderse la misa y la iglesia finalmente se quedó pequeña. Tras la misa solemne, oficiada por el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, la comitiva procesional salió de la iglesia encabezada por Sant Vicent y dio la vuelta a la iglesia. La colla de Labritja mostró a los asistentes el baile típico tradicional y los 25 kilos de bunyols, las 350 piezas de orelletes y los vasos de vino y refrescos comenzaron a desfilar entre los asistentes, quienes también pudieron disfrutar de una exposición de imágenes antiguas de familias muy conocidas en la cala, como la de Jaumet Rieró.

Este año, sa Cala estrena la imagen de uno de sus caminos más antiguos, el que va de la iglesia a la playa, que se encontraba en mal estado. «Se ha recuperado este camino; le hemos puesto tierra nueva y quitado las piedras», afirmó Jaume Marí, concejal de Turisme i Esports del Ayuntamiento de Sant Joan y Tinent de Alacalde.

Las actividades continuaron por la tarde con la actuación del mago Alexis.

María José Real