Cuatro políticos de Eivissa disponen de tarjeta de crédito ligada a cuentas públicas

En un sondeo realizado por este diario en Mallorca a ningún encuestado le extrañó la corrupción del político, sino que fuera tan torpe de dejar rastro. Rodrigo de Santos acostumbraba a gastar los 3.000 euros mensuales que le permitía su tarjeta. El escándalo se destapó gracias al cambio de gobierno, pues los gastos de los políticos, aun siendo públicos, casi nunca ven la luz.

En los ayuntamientos de las Pitiüses sólo hay una tarjeta de crédito, la del alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet. Los alcaldes de Eivissa, Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Joan y el presidente-alcalde de Formentera pagan los gastos con su propio dinero y después lo recuperan una vez que los servicios de intervención aprueban el dispendio, como en una empresa normal. La tarjeta del alcalde Agustinet es nueva. Desde el Ayuntamiento explicaron que en la larga época de José Serra Escandell no se usaban. «Ellos se organizaban de otra forma», señalaron desde el Ayuntamiento de Sant Josep.

Gastos regulados
En Eivissa «nadie tiene tarjeta, cada uno paga sus gastos, luego se justifican y se recuperan», explicaron. Los gastos de los políticos en este Ayuntamiento están regulados por el Real Decreto 462/2002, que establece límites y cantidades fijas según categorías, con el fin de evitar abusos.

En Santa Eulària nadie tiene tarjeta de crédito, ni ahora con Vicent Marí como alcalde ni antes con Vicent Guasch, aseguraron desde el Ayuntamiento. Todos los gastos que se pueden anticipar, como vuelos, hoteles, etcétera, prefieren pagarlos directamente desde la caja municipal. En Sant Antoni dijeron que tampoco los cargos políticos disponen de tarjetas de crédito. «Nosotros pagamos las dietas, aunque tenemos abierta una línea de compra para billetes y estancias, el resto se devuelve presentando las facturas». El Ayuntamiento aseguró que periódicamente se efectúa una auditoría para controlar estos gastos.

Tampoco en Formentera ningún político dispone de tarjeta de crédito proporcionada por el Consell Insular. Siguen el mismo sistema de dietas que en los municipios anteriores, aunque señalaron que es posible que en el futuro se opte por entregar algunas tarjetas bancarias. En el pequeño Ayuntamiento de Sant Joan ocurre lo mismo: «Los gastos los pago yo de mi bolsillo, luego los paso a intervención y una vez aprobados se me abonan», explicó el alcalde, Antoni Marí Marí Carraca.

Finalmente, en el Consell d'Eivissa hay tres representantes políticos que disponen de tarjeta de crédito ligada a las cuentas públicas, aunque la mayor parte de los gastos se efectúan de otra forma, que también puede incluir una tarjeta, ya sea de crédito o débito: «Según lo dispuesto en la base 34 de las bases de ejecución del presupuesto previsto para 2008 (...) actualmente se pueden efectuar adelantos de caja fija a favor del personal responsable habilitado para este fin, con el objeto de poder atender los gastos corrientes de carácter repetitivo, previstos en el artículo 73 del real Decreto 500/1990 [para las atenciones corrientes de carácter periódico o repetitivo, tales como dietas, gastos de locomoción y otros de similares características], asociados siempre a las funciones y a las comisiones de servicios derivadas de su función ejecutiva y representativa», aclararon desde el Consell d'Eivissa. Estos anticipos de caja pueden formalizarse a través de efectivo o de tarjeta de crédito o débito. Es decir, el político en cuestión reclama el dinero que piensa que necesitará para un gasto determinado y, una vez aprobado, se le entrega en metálico o en una tarjeta.

Sí disponen de tarjeta de crédito ligada a cuentas públicas el presidente, Xico Tarrés; la conellera de Política Turística y Coperació Econòmica, Josefa Marí; y el de Desarrollo Empresarial y Trabajo, Joan Serra.