J. L. MONTOYA La ciudad de Eivissa recurrirá a indicadores como el nivel de servicios que ofrece, el tráfico que soporta, la densidad demográfica o la actividad económica para apoyar su reivindicación del estatus de capital. Son sólo algunos de los indicadores que resultan de un estudio elaborado por el Observatori de la Ciutat d'Eivissa con los que se pretende cuantificar el coste que representa para Vila ejercer de facto el papel de capital de la isla. El estudio se encargará próximamente a una empresa especializada que será la que aportará los datos tangibles sobre los que se apoyará la propuesta de capitalidad que deberá aprobar el Consell d'Eivissa y el Parlament balear.

El consejo de ex alcaldes de Vila se reunió ayer por segunda vez en Can Botino para avanzar en esta reivindicación, que se pretende alcanzar durante esta legislatura de forma consensuada con la oposición. El objeto de esta segunda reunión fue analizar el estudio preliminar elaborado por el Observatori de la Ciutat, en colaboración con el Observatori Turístic, entre cuyas conclusiones destacan datos como que la ciudad de Eivissa concentra el 42% de toda la oferta económica de la isla, el 50 por ciento del comercio y la mayor densidad de población, que llega a alcanzar los 3.800 habitantes por kilómetro cuadrado en un tercio de su territorio.

La alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, aludió ayer a este informe como el primer paso hacia el estudio que justificará la necesidad de que la ciudad sea compensada con el estatus de capital. Costa destacó tras la reunión de ex alcaldes la conveniencia de poder contar con «datos objetivos» como los del informe para elaborar la propuesta de capitalidad. La alcaldesa insistió una vez más en que la ciudad debe hacer frente con sus propios recursos al desgaste ocasionado por el consumo de territorio y servicios que a diario realizan cientos de ciudadanos que trabajan en la ciudad o realizan en ella gestiones administrativas.

Costa puso como ejemplo el puerto, del que remarcó que cuenta con el mayor tráfico de Balears y que «no reporta ninguna consecuencia positiva para la economía del Ayuntamiento, pero sí la necesidad de ofrecer servicios que absorban todo el movimiento de población que genera».

Por su parte, el ex alcalde Joan Prats comparó la situación de Vila con la de otras ciudades de la península que son capitales de comarca y prestan servicios similares por los que perciben «ayudas» económicas. En ese sentido, reivindicó una compensación económica «que palíe el sobrecoste» para Vila, una ayuda que la alcaldesa matizó: «repercutiría en mejorar los servicios que la ciudad presta a todos, no sólo sus habitantes».