La procesión recorrió buena parte del pueblo en el que ya hay algunos almendros en flor.

Influye el día porque mucha gente trabaja. Nunca se ha celebrado ni antes ni después del 21 de enero», señaló una vecina de Santa Agnès mientras hacía fotos a sus hijos, vestidos con trajes tradicionales para participar en la exhibición de ball pagès. A las 12'00 horas, el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, daba comienzo a la misa en honor a Santa Agnès, considerada en la Iglesia la patrona de la pureza. Durante más de una hora de homilía el obispo destacó, entre otras cosas, la soledad en la que los ciudadanos están sumidos: «Nos encontramos en una sociedad en la que el hombre muchas veces se encuentra solo; la soledad es un problema grave de nuestro tiempo». Y al respecto añadió: «Hace años surgió una corriente filósofica que planteaba la muerte de Dios; no hay ninguna ideología ni poder que pueda ocupar el lugar de Dios en la conciencia de las personas». Tras la misa la procesión salió de la iglesia para recorrer buena parte del pueblo al son de la música de ball pagès. Mientras tanto varios miembros del APA de la escuela del pueblo vendían tartas, tortillas, bebida e incluso botellas de licor de hierbas casero para recaudar fondos: «Sobre todo para hacer más excursiones», comentó Lidia Costa, miembro del APA. Poco después, balladors y balladores de las colles de Buscastell, Brisa de Portmany, Sant Rafel, Can Bonet y Sant Mateu deleitaron al público con el baile tradicional mientras las bandejas de bunyols y los porrones de vi pagès circulaban entre el público. A la fiesta acudieron también diferentes personalidades políticas del municipio de Sant Antoni y de otras localidades.

María José Real