J. L. M. «Sorprendido y decepcionado por la actitud de determinadas personas». Así se declaró ayer el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Santiago Pizarro, al referirse a las acusaciones vertidas por el presidente de la junta de personal funcionarial, Miguel Catalán, que ha anunciado su intención de impugnar los presupuestos del Ayuntamiento por el descontento de los funcionarios con cuestiones relacionadas con las mejoras retributivas y sociales y con la definición de los puestos de trabajo.

Tras remarcar que la impugnación no podrá ser tenida en cuenta por haberse presentado fuera del plazo legal establecido y ser «extemporánea», Santiago Pizarro quiso valorar el contenido de las alegaciones de Catalán para rechazar las acusaciones de arbitrariedad que la junta atribuye al Consistorio en la elaboración del catálogo de puestos de trabajo, y para rebatir los argumentos planteados en el escrito de protesta de la junta de personal sobre los incrementos salariales y las mejoras sociales.

El edil fue contundente al referirse al catálogo de puestos de trabajo, recurriendo al acta de la reunión extraordinaria de la mesa de negociación del personal funcionario celebrada el 10 de diciembre de 2007, en la que «por unanimidad» se aprobaron las explicaciones dadas por el equipo de gobierno sobre los presupuestos de 2008 y los otros conceptos objeto de la polémica sindical. «En todas las páginas [del acta] figura la firma del señor Catalán», enfatizó Pizarro.

El teniente de alcalde criticó la «falta de documentación» de la junta de personal e insinuó oscuras «intenciones» en sus críticas al rebatir una tras otra las críticas y reivindicaciones. En relación a las mejoras retributivas, Pizarro remarcó que los salarios del funcionariado «vienen marcados por los Presupuestos Generales del Estado, que para este año prevén un incremento del 2% más otro del 1% destinado a adecuar las pagas extraordinarias».

En cuanto al catálogo de puestos, explicó que un administrativo puede cobrar tanto como un arquitecto porque se le encomienda «otra misión de superior categoría pactada».

También rechazó por elemental la acusación de haber gastado la partida de este año en pagar las bonificaciones extras del año anterior. En ese sentido recordó que el presupuesto actual no está aún vigente y, por lo tanto, «es absolutamente imposible gastar ninguna partida para pagar la de 2007».

«Me preocupa la intención que hay detrás de todo esto porque no sabemos si los miembros de la junta han tenido asesoramiento. Si no lo han tenido, yo lo buscaría y si lo han tenido, lo han hecho muy mal», apostilló.