Tradición en estado puro

Con el paso de los años, este festival ha ido ganando muchos visitantes, tanto jóvenes como mayores: «El cine siempre se llena de gente de todas las edades», puntualiza Costa. Buena parte del éxito de esta idea, según cuenta el secretario de la colla de Can Bonet, es la localización y el hecho de que la gente pueda estar sentada mientras contempla el espectáculo: «También influye que el cine cuenta con un equipo de sonido muy bueno». Sobre la implicación de la gente joven en este tipo de actividades tradicionales, Costa explica: «Los chicos y chicas se implican mucho a la hora de bailar y tocar la música, pero que participen en el cant ya es un poco más complicado». Y añade: «Los que empiezan de pequeños suelen dejarlo al entrar en la adolescencia porque les da un poco de vergüenza; también influye que muchos cantadors se muestran reticentes a la hora de enseñar a la gente joven porque pueden pensar ¿y si lo hacen mejor que yo?». Según cuenta, la participación de la juventud es muy necesaria para evitar que las actividades tradicionales no caigan en el olvido. María José Real