Imagen de archivo del último consejo de navegación del puerto de Formentera.

B. R./ G.R. Triay explicó tras la reunión a este periódico que Autoritat Portuària no hará ninguna obra «que vaya en contra del Consell de Formentera» y remarcó que la decisión final se tomará siempre bajo el consenso de las partes implicadas. «El árbitro de esta decisión ahora mismo es el Ministerio de Medio Ambiente, que si resuelve un informe de impacto ambiental negativo no podremos hacer estas obras y si es favorable se deberá estudiar con el Consell de Formentera», indicó el responsable de Autoritat Portuària. En este sentido, Triay instó a la institución a realizar las alegaciones pertinentes al proyecto, para que éste continúe con su tramitación habitual y que se puede prolongar por espacio de varios meses. «Tendremos que volver a hablar del proyecto para llegar a un acuerdo con el Consell de Formentera o posponer, si no se considera oportuno, las obras».

Aún así, el presidente de Autoritat Portuària reiteró que el proyecto de ampliación del puerto de la Savina es «conveniente y necesario», por lo que indicó que desde la institución balear se seguirá defendiendo el plan de infraestructuras portuarias. En este sentido, Francesc Triay explicó a los responsables del Consell de Formentera los antecedentes del puerto de la pitiusa menor así como las necesidades que desde hace cinco o seis años se convierten en imperiosas, como la nuestra estación marítima, que ya está en funcionamiento, o la insuficiencia de superficie. Estas dos cuestiones son las consideradas las soluciones más urgentes e inmediatas, según Triay.

En relación a la afectación de las praderas de posidonia, el responsable de Autoritat Portuària señaló que la ampliación del puerto de la Savina dañará cerca de 3.000 metros cuadrados de praderas: «Esta superficie tiene su importancia, pero se contrarresta con la mejora de los elementos del puerto y la optimización de los servicios portuarios».

En cuanto a la estacionalidad del puerto de la Savina, cuya actividad se centra básicamente en dos meses de verano, Triay señaló que durante este periodo es cuando el puerto debe dar servicio: «Todas las infraestructuras de Balears están sometidas a un uso determinado, que se centra en los meses de verano, y el puerto de Formentera debe dar satisfacción a los usuarios durante estos dos meses», indicó Triay.

Ante las declaraciones publicadas durante las últimas semanas, que mostraban el descontento de los responsables del Consell de Formentera, Triay señaló que si ha existido alguna «descoordinación entre instituciones las doy por superadas».