Antich quiere un gran pacto de todas las fuerzas para proteger el territorio

Antich, que recomendó prudencia a los jóvenes en sus desplazamientos de Nochevieja, reconoció que «tenemos que trabajar mucho para mejorar los resultados escolares», para introducir a continuación que en materia de protección del territorio «estamos en condiciones de alcanzar un hito histórico si conseguimos hacer un gran pacto entre todas las fuerzas políticas».

El repaso del president a los principales logros del Govern no olvidó «el derecho a la vivienda» y su proyecto legislativo que permitirá construir 5.000 pisos en los próximos cuatro años. En este sentido anunció la preparación «de manera inmediata» de una nueva ley del suelo con el objetivo de «preservar nuestro patrimonio y garantizar el derecho a la vivienda».

El jefe del Ejecutivo balear no olvidó las referencias a la salud «con la construcción de nuevos hospitales» -no citó el de Son Espases- y al transporte público, con las nuevas líneas de tren hasta Artà y Alcúdia, además del tranvía de Palma.

Los grandes acuerdos sociales y políticos son otros aspectos a los que Francesc Antich hizo referencia en su mensaje, son los pactos sobre la competitividad, la lengua y el territorio.

Cambio tranquilo

El discurso de Antich concluyó reiterando que «queremos llevar a término un cambio tranquilo» que permita a todo el mundo, sin excepciones, incorporarse al proyecto Illes Balears.

El president acabó su primer mensaje de Fin de Año de la presente legislatura con una referencia a Madrid: «Confiamos con la ayuda del Gobierno de España» para financiar las principales inversiones de Balears, circunstancia que aprovechó para resaltar que «es básico que los gobierno de Balears y España tengan una excelente coordinación».

Sentado, en el dintel de la puerta que da acceso a la sala del Consell de Govern, el president Antich no salió del Consolat de la Mar para grabar su mensaje de fin de año que emitieron las televisiones el pasado lunes -IB3 lo hizo a las 13.50 horas-. Para la ocasión eligió un traje oscuro y una corbata en tonos gris y plata. Flanqueado con las banderas española y balear, así como con una foto de los Reyes, Antich fue desgranando su alocución en un tono pausado, aunque se notaba en exceso que no estaba acostumbrado a leer en el prompter y que la grabación había tenido que ser editada en varias ocasiones. Un amplio dispositivo técnico llevó a cabo el registro del discurso presidencial, que se realizó mediante dos cámaras.