Medio centenar de residentes de Eivissa y Formentera se han trasladado a Palma el primer semestre del año, de enero a junio, para recibir el tratamiento de radioterapia en el hospital Son Dureta.

El número de pacientes atendidos de Balears asciende a 557 de los que 465 son de Mallorca, 42 de Menorca y 50 de Eivissa, según los datos facilitados por el Servei de Salut balear. Durante el año pasado 88 pacientes de Eivissa se desplazaron a Palma para recibir tratamiento de radioterapia.

La petición de que Eivissa tenga un servicio de radioterapia es una demanda de pacientes afectados por el cáncer, colectivos como la Asociación Ibiza y Formentera contra el Cáncer y de partidos políticos como el PSOE que, en la reciente campaña electoral, prometió la instalación de este servicio de radioterapia en Eivissa dadas las circunstancias especiales de estos pacientes. La implantación de este servicio es una de las cuestiones a discutir de cara a la elaboración del plan funcional del nuevo hospital de Eivissa.

El traslado de pacientes a Palma para recibir el tratamiento de radioterapia supone una serie de perjuicios sociales, anímicos y familiares a los afectados que se han de desplazar fuera de la isla durante un periodo. Las sesiones de radioterapia se realizan de lunes a viernes con lo que los pacientes han de estar fuera de su entorno durante toda la semana. La Conselleria de Salut del Govern se encarga de abonar el viaje de ida el lunes y de vuelta el viernes así como las dietas, que ascienden a 12'86 euros al día. Una de estas pacientes, Empar Aparicio, que se tuvo que trasladar a Palma para recibir sesiones de radioterapia por el cáncer de mama que padecía, reivindicaba recientemente que Eivissa contara con este servicio. «Te da mucha rabia que no se den cuenta del problema, que es una enfermedad tan dura y encimas tengas que desplazarte a Palma. Vivimos en una isla y necesitamos un barco o un avión, no es lo mismo que coger un coche», recordaba.