C.ALCÀNTARA De cargo de confianza pasó a personal laboral y ahora, con la baja maternal a punto de dar a luz, Twinky García Delgado quiere denunciar públicamente «la discriminación laboral a la que me visto sometida por el Ayuntamiento de Eivissa por tener que estar cuatro meses de baja maternal» denuncia, tras no renovarle el contrato hace dos meses.

Twinky empezó a trabajar como cargo de confianza en el Ayuntamiento de Eivissa en junio de 2002 y pasó a personal laboral en febrero de 2006 con un contrato como administrativa en el proyecto europeo Eivissa Crea. El fin del contrato para el equipo fue el 30 de septiembre, «pero meses atrás el Ayuntamiento dijo que tenía intención de continuar el proyecto y contaba con nosotros», relata. En junio, tras las elecciones, un compañero se marcha y «piden que asuma otros tres proyectos» pero a finales de septiembre le notifican que no se le renueva. Tras esta noticia se puso en contacto con su jefe. «Me dijo que lo mejor era cogerme la baja médica y, a continuación, la maternal; estaba decidiendo por mí cuando tres meses antes le había explicado que tenía intención de continuar trabajando tras la baja maternal», recuerda. Confiesa que «discutieron por el tema» y después le ofreció la renovación de un mes. «Para mí la discriminación es doble porque te discriminan sin tener en cuenta el esfuerzo que has hecho, ni tus intenciones de seguir trabajando y ni que estas rindiendo; sino que, además, te tratan de manera diferente a los demás, que les dieron un contrato de dos meses con posibilidad de continuidad. En cambio, a mí primero me dijeron que no me renovaban y después me ofrecieron un contrato de un mes».

Sin embargo, lo que más le molestó de todo fue las razones de la no renovación del contrato: «Dijeron que no contaban conmigo porque no cuadraba con el presupuesto que disponía del Ayuntamiento y, dentro de ese presupuesto, no estaba tener a una persona cuatro meses inactiva por baja maternal; pero eso es absurdo porque la baja maternal la asume la Seguridad Social. Me daban el mes como premio a la compensación d horas extras no remuneradas pero, lo que más me tocó la fibra, es que era para evitarme que saliera por la puerta atrás. ¡Por qué puerta puedo salir si no es por delante y con la cabeza muy alta!». En su opinión, lo sucedido «es un cúmulo de despropósitos» y sostiene que esa renovación de contrato acabó con «un despido nulo». José Antonio Roselló, abogado de CCOO, asevera que es un despido nulo «desde la primera circunstancia que relata ella hasta la última; una extinción de contrato en las circunstancias que se ha producido es un despido nulo, discriminatorio, notorio y confeso».

Twinky se entrevistó con la alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, para exponerle su situación: «Me dijo que me apuntara al bolsín municipal; pero no buscaba que me contrataran por que sí, sino seguir teniendo mi puesto». Trató de recurrir a la vía judicial, pero no fue posible ya que había acabado el plazo legal de presentar el recurso.

Confiesa ahora que «lo único que queda es el derecho al pataleo, a denunciarlo públicamente y, sobre todo, que no le vuelva a ocurrir a nadie en el futuro. Me parece una hipocresía absoluta, nos venden una política social en la que yo creo y, para más inri, yo trabajaba para proyectos de conciliación de vida familiar y a los trabajadores se les trata de una forma discriminatoria. He sufrido una decepción personal y profesional», apostilla.