Los alumnos de la escuela taller con el concejal de Benestar social y uno de los monitores.

uede parecer fácil, pero no lo es. Al contrario, cada tarea es un ejemplo de precisión y gran conocimiento previo. Seis alumnos con edades comprendidas entre los 16 y 25 años trabajan en la restauración de la casa payesa can Tomeu, ubicada en el barrio de can Escandell. Principalmente predominan chicos y chicas entre 16 y 18 años, que pueden haber acabado la ESO o no. «En el instituto me recomendaron que me apuntara a esta escuela taller porque me dijeron que estaría entretenida a la vez que me construía un futuro», asegura la joven Jara Alonso, quien afirma no haber acabado la educación obligatoria. «Tanto si se acaba la ESO como si no, una salida es formarse en una serie de oficios. En este caso les estamos formando en la rehabilitación de casas antiguas», asevera Enrique Sánchez, concejal de Benestar Social del Ayuntamiento de Eivissa. Según cuenta, la enseñanza de estas tareas tiene mucha salida en el mercado laboral: «La construcción de grandes edificios seguirá existiendo, pero poco a poco se demandarán profesionales especializados en la rehabilitación de casas antiguas, por eso el Ayuntamiento decide desarrollar estas acciones formativas; para ello se basa en un estudio del mercado laboral». Sin embargo, José Ismael Rojas, de 16 años, ve este curso como algo mucho más personal: «El día de mañana me gustaría comprarme un terreno y hacer una casa de piedra; una casa con su corral. Considero que en el futuro tendré una herramienta para construir mi casa y también para encontrar trabajo». Para este muchacho la actividad más gratificante es el levantamiento de muros destruidos: «Hacer muros es algo meditativo; no es nada fácil aunque lo parezca porque tienes que dedicarle mucha atención; no hay nada que me desagrade porque la teoría es necesaria». En este sentido, los muchachos reciben clases de matemáticas, lenguaje, geografía, historia, informática y orientación laboral. «Ahora nos estamos centrando en la limpieza de los alrededores de la finca, descubrir muros antiguos para ver estructuras antiguas, revestir fachadas y acabarlas», asegura el monitor Fernando Manzanera. En esta casa payesa también se desarrolla un taller ocupacional en el que participan personas mayores de 25 años y en situación de desempleo. Los alumnos de este último taller se han encargado, entre otras tareas, de restaurar madera y rejas metálicas. Esta casa payesa formará parte del futuro parque que construirá el Ayuntamiento de Eivissa en toda esta zona.

María José Real

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