Arriba, Juan José Godoy e Isaac Molina posan emocionado. Abajo, la administración de lotería. Fotos: I. G. RUIZ

uchas veces ha pensado «si me tocara la lotería...» y acto seguido ha dado vueltas y más vueltas a la posible combinación ganadora. Sin embargo, quizá por el gran saber futbolístico de este muchacho o por la experiencia en este juego de azar (apuesta desde los 16 años; en la actualidad tiene 28), ha sido ganador de 464.454'91 euros junto con su amigo Juan José Godoy con una quiniela reducida de 66 euros y hecha en 30 segundos: «Siempre sé más o menos cómo van los equipos, su trayectoria en la liga, y muchas veces he estado horas pensando cómo podría hacer las apuestas y no he acertado, pero esta vez hemos sido ganador con 30 segundos y mucha prisa», asegura Isaac Molina, hijo del dueño del bar Rute. ¿Y el equipo de su vida? «Suelo marcar al Madrid como ganador; esta vez puse que ganaba contra el Mallorca y así ha sido», comenta Isaac. También suele incluir alguna que otra sorpresa: «Opté por marcar que ganaba el Getafe contra el Barcelona». Si bien fue Isaac quien rellenó a toda velocidad la combinación exacta fue su amigo Juan José Godoy quien se enteró de la buenanueva: «Me avisaron de que lo mirara, así lo hice y fui a comunicárselo a Isaac; nos conocemos desde hace mucho tiempo porque nuestras familias son muy amigas». Juan José asegura que es un hombre nervioso. Cuando descubrió que su amigo y él eran ganadores sintió una enorme emoción: «He estado ingresado, tengo tres empresas de construcción y generalmente suelo estar muy estresado. Con este dinero no pienso hacer nada». ¿Nada de nada? «Quizá algún viaje; estuve en un balneario en Santander y me encantó; me gustaría volver. también quiero conocer Galicia; no tengo pensado visitar Punta Cana o algún lugar de ese tipo porque para mí es demasiado lejos», señala este veterano jugador de quinielas. Isaac, por su parte, piensa hacer algún viaje a un sitio exótico, como Cancún, pero por ahora no es el principal objetivo: «Por ahora no me voy a pegar el lujo porque a los clientes hay que respetarlos». Y añade: «Quiero cubrir algunos gastos, como la hipoteca o algunos préstamos, pero no pienso tirar la casa por la ventana». ¿Y la celebración? «Iremos a cenar con amigos y familiares cuando tengamos el dinero», señala el joven camarero Isaac.

María José Real

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