AGENCIAS Formentera contará con su propio tanatorio cuando se encuentre un terreno adecuado tal y como avanzó el copropietario de Pompas Fúnebres Ibiza, José Luis Marí, quien señaló que la isla no cuenta con las infraestructuras necesarias por lo que consideró «importante» encontrar una ubicación «para no molestar al vecindario y poder llevar a cabo el proyecto».

Marí manifestó que, al tratarse de unas instalaciones de interés social, los ayuntamientos deberían tener unos terrenos destinados a ubicar estos servicios, motivo por el que tiene prevista una entrevista en el consistorio para matizar los detalles del proyecto, ya que un tanatorio «requiere otros espacios como el parking, las salas de velatorio o el depósito de arcas».

En estos momentos la isla cuenta con una persona desplazada con coche fúnebre así como con un pequeño almacén y una sala que ha cedido el Ayuntamiento. Por su parte el tanatorio de Eivissa lleva funcionando desde el año 1985 y, aunque en cuanto a capacidad es suficiente para la isla, Marí anunció que no descarta cambiar su ubicación para contar con las mejoras de parking e incluso una capilla para dar servicio a aquellas personas que demanden acto religioso.

Respecto al proyecto relativo al impulso de un crematorio, el copropietario destacó llevar varios años «detrás de ello aunque no encontramos demasiados apoyos, eso sí hemos hablado con muchos ayuntamientos». Por el momento, las personas que demanden este servicio deben solicitarlo en Palma, Barcelona o Madrid lo que supone un proceso de coste muy elevado que en algunos casos supera los 3.000 euros, acusada por el gasto del féretro especial que debe contener al difunto, los fletes y la propia incineración.

La legislación también se hace eco de esta realidad y una de las normas que hace alusión a la posibilidad de elegir entre el entierro y la incineración es la Ley de Voluntades Anticipadas que el Parlament Balear decidió aprobar el pasado 2 de marzo. Por medio de esta normativa los ciudadanos de las Islas podrán dejar constancia escrita de su voluntad respecto a los tratamientos médicos o funerarios que quieran o no recibir cuando se encuentren en una situación «en la que les sea imposible manifestarse», recordó.