Miguel y Fernando son dos amigos que decidieron cambiar el tráfico y las altas temperaturas de la capital, por unos días de relax en contacto con la naturaleza. Instalados en el camping de Cala Bassa han pasado cinco días en compañía de otros amigos. Juntos han alquilado un vehículo con el que han recorrido diversos enclaves casi paradisíacos de Eivissa. «Hemos estado en Cala Tarida y Cala Conte, entre otras playas y nos han encantado aunque pensamos que se debería de mantener más ese espíritu hippy que tan famosa ha hecho a esta isla y no fomentar tanto las macrodiscotecas», comentó Miguel quién aseguró que solamente han estado en Privilege. Por el momento, ninguno de ellos ha probado alguno de los platos típicos de la gastronomía ibicenca pero, según aseguraron, es un asignatura pendiente que dejan para próximas visitas: «No hemos probado las hierbas ibicencas así que no podemos opinar», puntualizaron. I. L.