J. L. MONTOYA El Ayuntamiento de Santa Eulària pondrá en marcha próximamente una campaña para erradicar la presencia de heces de perros en las calles del municipio. Lo anunció el alcalde, Vicent Marí, durante el pleno celebrado anteayer, en el que avisó a los infractores: «Vamos a sancionar de la manera más dura que podamos encontrar y no va a haber piedad». Marí, que considera que un municipio limpio no es el que más limpia sino el que menos ensucia, apeló al civismo de los ciudadanos y no dudó al asegurar que «si no vale el civismo, tendrá que valer la cartera».

El alcalde no dio de momento cifras sobre las sanciones que se impondrán a las personas que paseen a sus perros y no recojan sus deposiciones. No obstante, en una conversación informal posterior al pleno una cifra dio pistas acerca de hasta donde sería capaz de llegar el alcalde para disuadir a los infractores: 500 euros.

«Pobre del que salga de casa a pasear al perro sin su bolsita de plástico», comentó en tono distentido un Vicent Marí decidido a cambiar la actitud de un pueblo en el que abundan las mascotas. El alcalde aseguró que «buscaremos los medios que hagan falta para hacer cumplir la normativa en todo el municipio porque es algo necesario para la convivencia».

Contenedores soterrados
El alcalde también anunció en el pleno la revisión del pliego de condiciones del servicio de limpieza, con vistas a su próxima renovación. El objetivo, según Vicent Marí, es incluir diversas mejoras que afectarán a la limpieza viaria y de playas. Entre las novedades que el nuevo equipo de gobierno de Santa Eulària pretende implantar figura la instalación de contenedores soterrados en algunos puntos del municipio y la ubicación de nuevos contenedores para recogida selectiva de basuras. A este respecto, el primer edil anunció que el Consistorio dispone ya de presupuesto para instalar nuevos contenedores en todo el municipio.

Varias preguntas y ruegos del equipo de PSOE-Eivissa pel Canvi en el sentido de pedir mejoras en el servicio fueron las que dieron pie al anuncio hecho por el alcalde. Entre esas inquietudes figuraba la instalación de paneles de madera que eviten la movilidad de los contenedores, ya que en algunas zonas del municipio existen y en otras no.

Los concejales no pudieron evitar la carcajada cuando el pleno abordó el asunto de las heces de los perros, al ser utilizada sin ambages la palabra «cagaditas» por aquello de buscar la claridad del concepto.