Cerca de las 11,30 de la mañana de ayer vecinos de es Canar y turistas se dirigían a la capilla de la pequeña localidad para escuchar la homilía del obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, y el párroco de Santa Eulària, Vicent Tur. A medida que se aproximaba la hora de la misa crecía el número de turistas y residentes que se afanaban por buscar asiento en la capilla y, sobre todo, sombra, porque una de las características del día grande de es Canar fue el sofocante calor. El obispo comentó: «Es un honor estar aquí cada año para celebrarla fiesta de Sant Cristòfol, santo querido por los cristianos». Vicente Juan Segura explicó a los asistentes la historia del patrón de es Canar: «Se dice que Sant Cristòfol era un hombre pagano y fuerte. Por ello, quería servir a alguien que fuera más grande que él. En aquel tiempo, el siglo III d.C, los romanos eran poderosos». El obispo continuó explicando la historia del santo: «Un día escuchó que había alguien más fuerte que el emperador de Roma, Jesucristo».

Tras más de media hora de misa, el obispo, acompañado de las autoridades asistentes al acto, salió de la capilla para bendecir a los carros que desfilarían hasta Punta Arabí acompañados por la banda de cornetas y tambores de Santa Eulària, que se quedó en la plaza del pueblo. Dentro del desfile, el carro llevado por un burro fue objeto de los comentarios de la gente que se agolpaba en las aceras y puertas de los hoteles para ver el desfile. Unas mujeres, por ejemplo, dijeron al ver al burrito: «Qué gracioso, mira cómo trota, y qué pelo más brillante». En este sentido, el mencionado animal fue el más fotografiado por el numeroso público que acudió a las fiestas. .

María José Real