Durante la inauguración, el alcalde expresó su «satisfacción» por las instalaciones y aludió al «acierto» que, a su juicio, ha supuesto la elección de la empresa adjudicataria, al considerar que «unas veces se acierta y otras no; y en este caso se ha acertado más que en los de Corona y Sant Mateu porque fue el último que se inició y el primero que se acabó». A ese respecto, Sala instó a agilizar las obras pendientes a la responsable del Consorci de Recursos Sociosanitaris i Assistencials, Carmen Fuster, presente en el acto: «Espero que los otros reciban el empujón que necesitan para acabarse lo antes posible», dijo.
Por su parte, Pere Palau señaló que «es motivo de satisfacción inaugurar este tipo de infraestructuras, pero más aún cuando están en lugares alejados de los núcleos urbanos y más necesitados de ellas».
Consciente de su inminente paso a la oposición en el Consell, Palau aludió también otras infraestructuras pendientes de inauguración, para añadir: «Lo que nos ha de interesar a los políticos no es quien inaugura sino que éstas (infraestructuras) perduren y queden para el pueblo».
Construido en un terreno cedido por el Ayuntamiento, el centro cívico a costado 481.841 euros y cuenta con una sala polivalente de 110 metros cuadrados, un almacén, un despacho y otras dependencias para actividades lúdicas y sociales.
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