El Govern balear, que ha financiado la construcción de la estación con más de tres millones de euros, será el que recibirá las obras y dará el visto bueno definitivo, antes de ceder su gestión y explotación al Consell, según lo acordado en el convenio firmado entre las dos instituciones y la administración municipal, que es quien ha puesto el terreno. Palau explicó que se está estudiando todavía el tipo gestión: si se hará de forma directa por parte de la administración o se entregará a través de un concurso a una empresa. Otro de los aspectos que se está estudiando son las tarifas de utilización de la instalación teniendo en cuenta que la central dará cabida a autobuses de línea regular y a autocares de servicio discrecional. El presidente del Consell confía en que el hecho de que haya un espacio en la estación para este tipo de transporte sea un incentivo para «promocionar Sant Antoni» y a atraer más excursiones turísticas a la población.
Palau dejó claro que «no es vocación del Consell hacer negocio con esta instalación» y garantizó que la creación de esta infraestructura no revertirá en un incremento del precio de los billetes.
Por su parte, Sala destacó la idónea ubicación de la central, que al estar a la entrada del pueblo permitirá liberar de tráfico el casco urbano. Al mismo tiempo, señaló, la estación está muy cerca de las calles principales de Sant Antoni a través de los accesos por la calle Ramón y Cajal. Además, Sala recordó que el nuevo centro de salud estará delante.
Junto a esta infraestructura se está haciendo simultáneamente la nueva estación de bombeo. El Consistorio prevé que en unos tres días pueda estar abierta la calle Londres, que será la entrada principal de la estación.
Diseño moderno
El alcalde afirmó que la infraestructura con su moderno diseño se convertirá en unos de los edificios emblemáticos de la ciudad. Una gran cubierta de acero en forma de hoja y una terminal completamente acristalada son los dos elementos más llamativos del diseño de la estación, que podrá albergar unos cuarenta autobuses simultáneamente de línea regular y discrecional. Estos últimos se situarán en el recinto exterior. Además de una veintena de andenes, en la instalación hay plazas de aparcamiento para cerca de sesenta vehículos, algunas de ellas reservadas para taxis. La terminal ocupa más de 600 metros cuadrados y tiene, entre otras cosas, sala de espera, bar-restaurante, cajero automático, oficina de información, sanitarios, y taquillas, una de ellas conectada con el exterior para ofrecer servicio nocturno.
La construcción de la estación de autobuses requirió la expropiación de unos 25.000 metros cuadrados de terreno.
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