M.A.
El Ayuntamiento de Eivissa acordó el pasado jueves imponerle a la empresa Ferrovial una sanción de 41.751 euros por incumplimiento de contrato en la ejecución de las obras de acondicionamiento de las calles Joan Roman y Pere Tur, en Dalt Vila, que a estas alturas llevan ya medio año de retraso sobre el plazo fijado para acabarlas. Esta penalización, de 23.511 euros por la primera fase y de 18.240 por la segunda, se restará de los 807.268 euros de presupuesto por el que el Consistorio le había adjudicado la obra. De todas formas, los trabajos de remodelación de estas vías todavía no están completamente terminadas ya que faltan algunos retoques en las fachadas y el alcantarillado.

La administración municipal anunció a principios de noviembre que había abierto un expediente administrativo a la empresa para penalizarla económicamente por el retraso acumulado en las obras de reforma, que tendrían que haber estado listas para el 15 de febrero.

Esta importante demora y los numerosos desperfectos encontrados en estas calles del casco histórico han provocado numerosas quejas de los vecinos de Dalt Vila y del grupo municipal popular.

No es la primera ver que un ayuntamiento de las Pitiüses sanciona a la empresa Ferrovial. Precisamente el Consistorio de Sant Antoni, a través de la empresa pública, decidió a mediados de este año rescindir el contrato de esta empresa y de Puig Barreda, adjudicatarias del arreglo de seis calles del centro por los retrasos injustificados que acumulaban las obras. En este caso, estas compañías fueron sancionadas por un importe cercano a los 200.000 euros, equivalente al cinco por ciento del presupuesto de las obras.