El ex alcalde Andratx Eugenio Hidalgo, que se encuentra en prisión comunicada y sin fianza desde el pasado jueves por su participación en supuesta trama de corrupción urbanística en esa localidad, declaró ante el juez Àlvaro Latorre, y a preguntas del fiscal Anticorrupción de Balears, Juan Carrau, que fue socio del celador municipal Jaume Gibert, de la arquitecta Maribel Seguí y del abogado del Ajuntament d'Andratx Ignacio Mir en la compraventa de dos solares situados en Cala Moragues. «Ni yo ni Gibert nos llevamos nada por esa operación. Sólo se llevaron el dinero Maribel e Ignacio, 30.000 euros cada uno», declaró Hidalgo. «A ambos les pagamos porque previamente ellos se había encargado de abonar la opción de compra y las tasas», subrayó Hidalgo, quien menciona al abogado Miguel Miralles Bauzá (cuyo despacho fue registrado por la policía judicial) como «propietario del 50 por ciento de la urbanización Cala Moragues».

El ex alcalde de Andratx afirmó que «los cuatro» participaban con los solares 4 y 6, y que por ello invirtieron 3.000 euros cada uno para tener una opción de compra. Dijo, en ese contexto, que «quien se benefició de la primera operación fueron Maribel Seguí e Ignacio Mir», a pesar de que (los solares) «no se vendían». Por eso, con Gibert (también en prisión) decidieron pagarles cinco millones (de las antiguas pesetas) para quedárselos. «Así podría realizar un proyecto de vivienda para su hija, que lo ejecutó el señor Arenas (el arquitecto, también imputado en la causa) gratis», señaló. Hidalgo dijo que su relación con Maribel Seguí (que se ha convertido en testigo de cargo contra Hidalgo y Gibert tras su declaración ante la Guardia Civil) «era muy buena, pero es una mujer con mala suerte con los hombres y ha tenido problemas psíquicos», dijo. Añadió que «nunca» la enviaba (a la arquitecta) para ver solares y comprarlos, «pues es una persona insegura y no es una técnica especialmente cualificada».

Insistió en que «no la presionaba» por los 30.000 euros que obtuvo con la venta de los solares, y afirmó que «no recuerda» que tuviera una conversación en que dijera a Gibert «o firmas o te vas a la puta calle». «Puedo decir algo así como forma de expresión, por la presión que recibo en temas urbanísticos», dijo.

La urbanización Cala Moragues también mereció una atención por parte del fiscal. Hidalgo afirmó que no está recepcionada, a pesar de haberse solicitado tras los estudios pertinentes elaborados por Enrique Almarán y Pedro Monserrat. Sobre el primero, Hidalgo dijo que «no lo había presionado», y que se fue del Ajuntament «porque tenía problemas de bebida».

«Las chicas de arriba me avisaron un día que el señor Almarán llevaba dos horas en el baño sin salir. Resultó que había bebido y tenía ese problema. Las señoras de la limpieza le vieron tumbado sobre la mesa. Iba a ver una obra, por ejemplo, algo 'entonado', y después quería un despido con indemnización, cuestión que pidió delante del abogado Laureano Arquero», relató.