Una arquitectura que no agrede al paisaje

El Col·legi d'Arquitectes presenta una exposición de la obra de Glenn Murcutt, Premio Pritzker de Arquitectura en 2002

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Me opongo a la domesticación total de esta tierra y a la pérdida del paisaje autóctono salvaje. La tierra necesita cuidados y nosotros tenemos que ser amigos del paisaje y no una amenaza para el mismo». Estas palabras son la base de la filosofía profesional de Glenn Murcutt, el prestigioso arquitecto australiano nacido en Londres. Todo un referente para los que creen que arquitectura y ecologismo no son términos contrapuestos sino más bien complementarios.

Una muestra de su obra podrá verse desde mañana en la sede ibicenca del Col·legi d'Arquitectes de Balears (Can Llaneres), con la exposición «Glenn Murcutt, ecologisme i paisatgisme en l'arquitectura», que será inaugura a partir de las 20 horas. Muestra organizada con la colaboración del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya.

Merecedor en 2002 del Premio Pritzker, considerado el Premio Nobel de Arquitectura, Glenn Murcutt es autor de una obra cuya singularidad radica en su fidelidad simultánea a la herencia moderna y a la tradición autotóctona australiana. Su capacidad para distinguir entre lo necesario y lo accesorio, su vocación artesana y su sensibilidad paisajística se han mantenido intactas con el cambio de escala y de programa que ha supuesto el Centro de Arte de Riversdale (1999), el mayor proyecto hasta la fecha de un arquitecto de viviendas ligeras y funcionales según el entorno y el clima.

J. Herranz