El obispo de la diócesis de Eivissa y Formentera, Vicente Juan Segura, ofició ayer la misa solemne con motivo de la festividad de Sant Jaume que se celebró en la iglesia de Sant Francesc Xavier con la presencia del alcalde de Formentera, Isidor Torres; el vicepresidente del Consell Insular pitiuso, Pep Mayans; la consellera de Participación Ciudadana, Carmen Domínguez, y el diputado socialista José Ramón Mateos, entre otras autoridades.

La misa abarrotó la iglesia, que se quedó pequeña para el evento, que fue acompañado por un grupo coral de Formentera que al finalizar el oficio religioso fue largamente aplaudido por los asistentes ya que cantaron un repertorio en algunos casos medieval que la piel de gallina a los feligreses.

Tras la misa tuvo lugar en una sala del Ayuntamiento un brindis institucional y el subsiguiente convite popular que a diferencia de otros años no fue de vino pagès, hierbas, buñuelos y orelletes ya que se consideró que hacerlo a pleno sol, con la solana que había, y con unas degustaciones un tanto inapropiadas por la hora, era mejor hacerlo con aire acondicionado, a la sombra y con unos pinchos y 'delicatessen' más fácilmente digeribles.

En el transcurso de la velada de la noche anterior al día grande, la compañía Gurigai Teatro, con casi cuarenta años de tablas, ofreció una representación de «La vida es sueño» de Calderón de la Barca que llenó la plaza de espectadores y se gano las más que merecidas ovaciones de un público que cada vez pide y disfruta de más eventos culturales que no se limiten a las actuaciones musicales. En la tarde noche de ayer el programa se iniciaba, ya con sol más que poniente, con una demostración de ball pagès, evi y orelletes, para a continuación asistir a un primer espectáculo en el que el gran protagonista era uno de los integrantes del grupo humorístico Cruz y Raya, Juan Muñoz, que con su banda presentó el espectáculo «Por ti hacemos fiestas», a continuación estaba prevista la actuación del grupo formenterés 4 de Copes que debía presentar su segundo trabajo a punto de salir al mercado tras el que debían encenderse los fuegos artificiales y acabar la fiesta con rumba catalana a cargo del conjunto Sabor a Gràcia. G.R.