El formador italiano Filippo Cardi Cigoli, durante una de las clases teóricas que impartió ayer. Fotos: GERMÁN G.LAMA

Un capuchino cremoso y sin espuma, con una forma de corazón en su superficie y con mucho, pero mucho aroma. Nuevos combinados para el verano que romperán con el mito de que a los jóvenes no les gusta el café, porque ahora sí puede traer novedades, aunque la taza siga siendo la misma. O, como aseguró el experto, «toda una coctelería de café, que se puede preparar en el mismo tiempo que se tardaba antes».

L.A.

Éstos y otros secretos aprendieron ayer al menos 60 trabajadores de la hostelería pitiusa que asistieron a las 'II Jornadas sobre Café', organizadas por la empresa Cafés Ibiza. Un día de enseñanzas intensivas que fueron impartidas por dos integrantes de la empresa de máquinas de café 'La Spaziale', Filipo Cardi Cigoli y Alex Colet, pertenecientes al departamento de formación: «La gente de la hostelería nos pide que le demos información para su personal, y que organicemos más jornadas como éstas, y la verdad es que vemos que cada vez aumenta más el interés de nuestros clientes por hacer las cosas bien hechas», comentó Rosario Tur, gerente de la empresa organizadora del encuentro.

Las clases se dividieron en cuatro sesiones que hoy se repetirán desde las 10,00 hasta las 14,00 y de las 16,00 hasta las 18,00 horas.

Durante ese tiempo, los asistentes recibieron clases teóricas y prácticas para evitar quemar el café, evitar también hervir la leche del capuchino haciéndolo con leche vaporizada para agradar al paladar de los clientes y lograr un 'capuchino freddo', recomendado por estos expertos para el verano: «En Eivissa, y más en verano, hay turistas extranjeros y también jóvenes. Por eso es un buen lugar para hacer mucho más que lo de siempre, que es el café, el café con leche y el carajillo», explicó Cigoli.

Para este formador de profesionales, uno de los problemas es que la gente, cuando va a tomar un café, no se queja aunque esté muy difícil de tragar: «Me gustaría que se quejaran más, que se quejaran de un café mal hecho; así la hostelería podría subir el nivel. Es como los vinos: la gente nunca se tomaría un vino picado, pero sí lo hace con el café, y eso es importante, hay que quejarse», recalcó.