Patricia es la primera niña china que fue adoptada en las Pitiüses. Vino con tan sólo 9 meses, cuando todavía no había aprendido a hablar. Por eso su madre, Marisol, siempre había querido que estudiara la lengua de sus antepasados. Ahora, gracias a un curso que ha organizado el sindicato USO para que las niñas adoptadas puedan aprender su lengua, tiene la oportunidad de hacerlo.

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La encargada de impartirlo es una profesora nativa que lleva 11 años en España y que se llama Ying Lu. Todos los sábados por la mañana les da clase en un local del sindicato, porque es el día que mejor les viene a los padres. Durante la primera hora aprenden el idioma y la última media la dedican a hacer dibujos chinos, como por ejemplo osos panda o farolillos. De lo que se trata es de que aprendan sobre su cultura originaria.

Los cursos están teniendo muchísimo éxito. Cincuenta personas se han interesado en participar, aunque, por ahora, sólo hay plazas para dos grupos de ocho niños, porque con más alumnos en clase sería muy complicado para la profesora. «Es importante que pronuncien bien y eso se tiene que controlar niño por niño, por lo que es mejor hacer grupos reducidos», explica Ying. Más adelante quieren organizar cursos también para los padres, que están muy interesados en aprender la lengua nativa de sus hijos.

C. Roig