La Conselleria balear de Medi Ambient asegura que el agua que abastece al golf de Roca Llisa ya es apta pare el riego. Los últimos análisis practicados por los técnicos del Instituto Balear de Saneamiento (Ibasan) constatan que el agua que se utiliza para regar las instalaciones de Roca Llisa tienen «una concentración cero de fecales», según informaron ayer a este periódico fuentes de la Conselleria de Medi Ambient.

Estos análisis contrastan con los practicados a finales de agosto, cuando los vecinos de la zona denunciaron el uso de agua maloliente, y que desvelaron que no era apta para riego por su concentración de fecales. Los técnicos optaron por hacer unos nuevos análisis para verificar el resultado de los primeros y para buscar la raíz del problema. «El agua está bien, y no hay problemas», se informo desde la Conselleria.

De todos modos, la Conselleria de Medi Ambient se reunirá el lunes con los vecinos y la propiedad del golf para informarle de la necesidad de que adopte «algunas medidas complementarias». El agua de riego que se utiliza para regar el campo procede de la depuradora de Eivissa y de una planta propia del golf. Esta agua se almacena en unos depósitos. Al parecer, la Conselleria recomienda al golf que succione el agua de la parte superior del depósito (normalmente se toma de abajo) para evitar nuevos problemas. «El agua está bien, pero pediremos que se haga así por seguridad», señalaron las mismas fuentes. La Conselleria afirma que «no hay ninguna explicación técnica» de por qué los primeros análisis fueron negativos: «Se hacen análisis regularmente para comparar, pero no se sabe por qué los últimos no fueron buenos».

La Comunidad de Propietarios de Roca Llisa alertaron a finales de julio de que el agua de riego del campo de golf no estaba en condiciones y provocaba muchas molestias al vecindario por el hedor y la proliferación de mosquitos. Los vecinos ya mostraron entonces su preocupación por el riesgo de contaminación de los acuíferos de sa Gravada que abasteced de agua potable a la urbanización. La urbanización de Roca Llisa está formada por 570 viviendas aproximadamente, cuyas aguas residuales van a parar a la planta depuradora que posee el golf.

Desde el primer día, el delegado del Ibasan en las Pitiüses, Juan Carlos Martín, ha defendido que el agua procedente de la planta de Eivissa llegaba a las instalaciones de Roca Llisa en condiciones óptimas, por lo que apuntaba a que el problema podía estar en el sistema de depuración de la urbanización y el golf.