Los tres amigos aragoneses, Ramón Guiral, Carlos Andrea y José
Les se volvieron a reunir ayer ante la puesta de sol al igual que
lo hicieron hace 25 años. En su momento fue para experimentar con
un lugar y nueva música que fuera acorde con el espectáculo natural
que ofrece la puesta de sol en la bahía de Sant Antoni, y ayer fue
para celebrar que después de 25 años esa idea terminó siendo un
éxito llamado Café del Mar y que la música, el «chill out», es
ahora un ritmo que se ha vuelto el sello de Eivissa.
Cientos de personas asistieron a la celebración del aniversario
de este renombrado anfiteatro de los ocasos, y los conciertos en
vivo intercalados con sesiones de «chill out» acompañaron al sol en
su nueva despedida. Los nubarrones cerraban el cielo al isla, pero
allí, se hizo un hueco y volvió a ser el protagonista para una
fiesta que duró hasta medianoche.
«No sé lo que me gusta pero sé muy bien lo que no me gusta. Y lo
que no quería era lo mismo que había en el centro de Sant Antoni
(actual West- End) que era el lugar de la marcha de aquella época»,
explicó Carlos Andrea uno de los fundadores. Y después de encontrar
la localización y de probar con distintos ritmos hasta encontrar lo
que buscaban, inauguraron el Café del Mar en 1980 y con él un
estilo musical que llamaron «chill out» y que hoy exportan a todo
el mundo a través de los 27 discos editados que llegan hasta
Australia, Israel, el Líbano, Sudáfrica, EEUU, Canadá, Japón y por
supuesto toda Europa.
«Tocábamos samba-rock, new-age, clásicos como Beethoven y
Vivaldi, Alan Parson, Vangelis, y los usábamos para la puesta de
sol. Después cuando terminaba, ponía otra música y, si veía que la
gente seguía el ritmo con un pie, era buena señal», recordó Carlos
sobre aquellos primeros días de experimentación.
Las actuaciones comenzaron ayer a las 19,00 horas en el
escenario instalado de espaldas al mar y contaron con las
interpretaciones musicales de Tom Oliver, Paco Fernández, del dúo
DAB, y del grupo La Caina, todos ellos artistas del Café del Mar al
igual que los dj's Set Bruno, Joan Ribas y Luis Sancho, que se
encargaron dar vuelta a los platos para cumplir con los ritmos
característicos.
Arte en la memoria
También estuvo, al igual que e hace 25 años, el arquitecto francés
Bernard Trey que dibuja escenas de la isla desde aquel entonces,
mayoritariamente del Café del Mar. Desde el primer piso del bar, el
artista tomaba notas que más tarde pasaría a tinta china para
plasmar la escena de lo que estaba ocurriendo. En un dibujo
diseñado entre creatividad y realidad, Bernard se quedaba con una
postal de un sueño hecho realidad. Luciana Aversa
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