Pedro Campillo, en calidad de alcalde accidental del Ayuntamiento de Eivissa, recibió ayer, en una reunión calificada como «protocolaria», a los miembros de la «Unión Pitiüsa del Taxi», encabezados por su presidente, Joan Marí.

La creación de esta nueva asociación del taxi en Eivissa responde a la incompatibilidad de ideas, división de opiniones y formas de llevar a cabo la dirección del sector por la nueva directiva de la asociación municipal.

Hasta el momento, son sólo dos taxistas los que se han dado de baja de la asociación de autónomos municipal y, por ello, han desconectado sus radios. No obstante, piden «disculpas a los usuarios si pueden estar causando algún tipo de molestias», pero, «no podemos pertenecer a una asociación, la cual no creemos que defienda nuestros intereses», alegaba el presidente.

La adjudicación de licencias es uno de los temas más importantes para los miembros de Unión Pitiüsa del Taxi. Afirman no estar de acuerdo con la política que sigue la actual Radio Taxi municipal porque «no cumplen la normativa» Además, « no se pueden otorgar más licencias si quedan entre 15 y 20 sin regularizar».

El Ayuntamiento prometió la adjudicación de diez licencias, de las cuales seis ya se han otorgado en lo que va de año, pero están pendientes otras cuatro.

Respecto a está reunión mantenida, el primer teniente de alcalde, Pedro Campillo, declaró no querer intervenir en los asuntos de rivalidad que pueda haber entre los miembros del colectivo, pero aseguró que «esta decisión puede establecer una competencia sana entre las dos asociaciones que a quienes beneficiaría sería a los usuarios».

Finalmente, sentenció que «el objetivo del Ayuntamiento de Eivissa es velar por el funcionamiento correcto del servicio público del taxi, tanto para los ciudadanos de la isla y para los turistas».