A las doce del mediodia, un operario de la empresa Ribera
Navarra, a la que se le adjudicó por 100.000 euros los trabajos de
demolición, propinó golpes con un mazo en una de las paredes del
interior del edificio de la antigua plaza de toros con lo que
empezaba así los trabajos de demolición que durará dos meses y , a
mediados de mayo, estará tirado. Sobre el solar se levantará una
plaza con escenario, similar al de Portal Nou, y un aparcamiento
subterráneo.
El Consistorio ha sacado a concurso la redacción del proyecto
del aparcamiento por 72.000 euros.
La demolición de la plaza de toros constituye «un paso
importante para ver que estamos en el buen camino», dijo ayer el
alcalde, que acudió al acto acompañado de los concejales Pedro
Campillo, Roque López y Santiago Pizarro.
Tarrés recordó que su preocupación por la situación de la plaza
de toros se remonta desde el inicio de su mandato al frente del
Consistorio. «En 1999 dijimos que había que resolver la situación
en la que estaba este espacio», señaló. El Ayuntamiento llegó a
tapiar la entrada de la antigua plaza de toros, que se remodeló
para acoger un mercado que nunca llegó a inaugurarse, para evitar
la entrada de sin techo y toxicómanos, ya que este edificio
abandonado se convirtió en un foco de marginación. Pese a que
estaba tapiado, siguen entrando y ahora hay dos personas que se
refugian en este recinto abandonado. Los servicios sociales
municipales se pusieron en contacto con ellos para ofrecerle los
recursos municipales que rechazaron.
El alcalde aseguró, además, que hay más proyectos en la zona
para acabar con la degradacion del barrio. «En el Plan General de
Ordenación Urbana se contempla una zona verde y un solar para una
nueva escuela con eso, poco a poco, irá mejorando la zona».
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