Ha transcurrido algo más de medio año desde que se iniciaron las obras de rehabilitación de Can Botino, en Dalt Vila, y ya es posible apreciar en el interior de este antiguo palacio renacentista la distribución y el espacio que ocuparán las instalaciones de la nueva sede institucional del Ayuntamiento de Eivissa, que albergará, entre otras cosas, el archivo municipal, el salón de plenos, Alcaldía y los despachos de los dos primeros tenientes de alcalde, Pedro Campillo y Santiago Pizarro.

El trabajo más complicado, de estructura y demolición, está prácticamente terminado. Se ha tirado abajo el tejado y se han mantenido las paredes principales, siempre con la intención de respetar en lo posible el aspecto del edificio original. Ahora falta hacer todos los acabados y colocar la nueva cubierta, a cuatro aguas y de tejas.

La jefa de obras, María Egea, calcula que la rehabilitación de Can Botino pueda estar lista para agosto y el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, confía en que la sesión plenaria de septiembre se pueda celebrar ya en el salón de plenos de este edificio, que estará preparado para acoger a 25 concejales y a más de 40 personas como público.